La edición 78 del Festival de Cannes tuvo un momento destacado fuera de la competencia oficial con la presencia del expresidente de Ecuador, Rafael Correa, y el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

Ambos participaron en la presentación del documental The Six Billion Dollar Man (El hombre de seis mil millones de dólares), dirigido por el realizador de Estados Unidos Eugene Jarecki.

Si bien la producción permaneció fuera de concurso, su proyección generó gran atención mediática, al incluir testimonios relevantes sobre temas de alto impacto político y social.

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Assange, periodista y activista australiano, recibió asilo diplomático por parte de Correa en la embajada de Ecuador en Londres en 2012, donde permaneció durante siete años hasta su detención por la policía británica.

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En Ecuador, la participación conjunta en uno de los escenarios más prestigiosos del cine mundial generó amplia repercusión, y reavivó el debate sobre la libertad de prensa, la soberanía nacional y la justicia internacional.

“Mientras los micrófonos vendidos se arrodillan por un cheque, ellos pisan el escenario más prestigioso del cine con dignidad y causa. Ahí no llegan los serviles. Ahí están los que luchan por la verdad y no se venden”, expresó el asambleísta Franklin Samaniego en respaldo al hecho.

Varios medios ecuatorianos, incluidos los alineados con sectores de derecha, destacaron la presencia del exmandatario en la alfombra roja del certamen francés.

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Más allá de su participación política, Correa también llamó la atención por su vestimenta: una camisa con bordados tradicionales ecuatorianos en el cuello, símbolo de identidad cultural que caracterizó su imagen pública.

Durante el evento, el exgobernante también respaldó el documental Influjo Psíquico, dirigido por la cineasta colombiana Alejandra Cardona, centrado en la persecución política y judicial contra Correa y su movimiento, Revolución Ciudadana.