Aste Nagusia, la fiesta de reivindicación de Bilbao
El símbolo de la fiesta, Marijaia, está inspirada en las muñecas tradicionales vascas y en la estética rural.
-
Aste Nagusia, la fiesta de reivindicación de Bilbao
Cada agosto, Bilbao da inicio a Aste Nagusia, su Semana Grande, vinculada a una reivindicación popular que transformó el modelo festivo en 1978.
Hasta entonces, las celebraciones tenían un alcance limitado. Según El Correo, la programación dependía del Ayuntamiento franquista y se reducía a actos dispersos y verbenas de pago en locales cerrados, con las corridas de toros como eje central.
Ese mismo año, los grandes almacenes El Corte Inglés, en colaboración con el diario, convocaron un “Concurso de Ideas” para revitalizar las fiestas.
LEA TAMBIÉN: Manifestantes rodearon el Guggenheim del País Vasco en apoyo a Gaza
Como parte de las propuestas, destacó la del colectivo “Txomin Barullo”, que planteaba un modelo basado en actividades gratuitas y en participación ciudadana.
De aquella iniciativa surgió también la necesidad de un símbolo. De acuerdo con el medio citado, la comisión de fiestas encargó a la pintora y grabadora Mari Puri Herrero diseñar una figura que representara ese nuevo espíritu.
-
Aste Nagusia, la fiesta de reivindicación de Bilbao
En apenas cinco días nació Marijaia, inspirada en las muñecas tradicionales vascas y en la estética rural, con los brazos en alto en señal de celebración.
Desde entonces, surgieron las konpartsak, colectivos populares, formados por vecinos, cuadrillas de amigos o asociaciones culturales.
Una de sus integrantes es la encargada de lanzar el txupin, el cohete que marca oficialmente el inicio de las actividades y que hasta 1978 estaba reservado únicamente a hombres vinculados a instituciones.
LEA TAMBIÉN: Sanfermines 2025 inician con llamado de apoyo a Palestina
Junto a ella, un pregonero o pregonera —generalmente una figura reconocida de la ciudad— lee el discurso inaugural desde el balcón del Teatro Arriaga.
La programación culmina siete días después con la quema de Marijaia. Antes de ese momento, la ciudad se llena de conciertos, encuentros culturales, concursos gastronómicos, campeonatos deportivos y un sinfín de propuestas abiertas.