El olivo, símbolo de la resistencia de Palestina ante el sionismo
Cada una de sus raíces también devinieron símbolo de la lucha y la resistencia debido a su capacidad para prosperar y nacer incluso en condiciones hostiles.
Si un lector escucha la palabra Palestina, quizás la asocie a la guerra, la muerte y el dolor; sin embargo, esta tierra sagrada tiene una rica y extensa historia.
Miles de personas aún conservan las tradiciones que reflejan la identidad nacional, transmitida de padres a hijos hasta la actualidad.
Una de esas costumbres es la recogida de los olivos, árbol convertido en un aspecto esencial de la cultura y mencionado tanto en la Biblia como en el Corán y la Torá.
Cada una de sus raíces también devinieron símbolo de la lucha y la resistencia debido a su capacidad para prosperar y nacer incluso en escasez de agua.
De hecho, "una mano planta, una mano resiste" es el mensaje de este pueblo al mundo para expresar su apego a los orígenes.
Longevo y omnipresente
El olivo en Palestina es antiguo y perenne; hoy día existe un tipo llamado “Rumsi”, sembrado desde la época del Imperio Romano, hace más de dos mil años.
La superficie cubierta con esta especie asciende a 885 mill dunums (885 mil kilómetros cuadrados), casi el 47 por ciento de las áreas cultivadas, con unos 12 millones de ejemplares.
Según especialistas, el olivo más antiguo del mundo permanece en el pueblo al-Walaja, a cinco kilómetros de Belén, y cuenta con cinco mil 500 años de historia.
Abarca aproximadamente 250 metros cuadrados, con 12 metros de altura y un tronco de cerca de 25 metros.
Sus aceitunas son únicas por su gran crecimiento y producir un aceite de oliva considerado entre los mejores del mundo.
Días feriados especiales
Los palestinos celebran unas vacaciones anuales llamadas "Días de Olivo" y comienzan durante la segunda semana de octubre, coincidiendo con la temporada de recolección.
Durante este período, los trabajadores abandonan sus talleres y cierran sus tiendas, y las universidades consideran las horas de trabajo voluntario de sus estudiantes dentro del tiempo escolar básico.
Pesadilla interminable
Sin embargo, este proceso no es solo un momento de celebración para los oriundos de estas tierras, pues sufren cada año las agresiones de los colonos israelíes.
Ataques con piedras, troncos cortados o quemados, material agrícola destrozado y cosechas robadas son casi una rutina diaria.
Según un informe del Instituto de Investigación Aplicada, desde principios del año 2023, la ocupación arrancó ocho mil 814 árboles frutales en Cisjordania, incluidos siete mil 904 olivos.
El pasado mes de octubre fue el violento en cuanto al número y tipo de acciones, tras la documentación de alrededor de 400 hechos en contra de su flora.
A pesar de todos estos crímenes que exponen el odio y el rencor guardado por "Israel", los campesinos palestinos aún muestran determinación y expresiones de alegría mientras recogen sus aceitunas.