La Casa Azul, un refugio cultural en Damasco, Siria
Cada estancia en el complejo cultural es un paseo entre libros, óleos recién pintados y aire limpio.
En un estrecho callejón entre la zona de “Saroja” y el zoco de “Al Khoja” en la capital siria, Damasco, está la Casa Azul. Ir allí es encontrar un espacio de rebosante belleza, diferente de los restaurantes y comercios cercanos.
Sus propietarios repararon el local hace algunos años con el fin de celebrar eventos literarios y artísticos. Por eso, cada estancia en el complejo cultural es un paseo entre libros, óleos recién pintados y aire limpio.
Caminar por el lugar
La conversación con el responsable de la edificación, Samer Eid, nos lleva a la época en la que este sitio aún estaba abandonado y vetusto.
Otro en su lugar hubiese preferido construir un negocio gastronómico, pero él tenía experiencia previa organizando celebraciones en hoteles. Por supuesto, para realizar el proyecto contó con la aprobación familiar.
El color celeste sobresalía anteriormente en las puertas y ventanas de la casa, y luego su equipo de trabajo multiplicó su presencia.
“Lo elegimos porque es cómodo a la vista y da una sensación de optimismo, y también coincide con el color de la piedra de basalto de la casa”, afirmó.
Como el espacio era bastante grande, crearon una galería de bellas artes y área para obras de teatro, conciertos, veladas de poesía y cuentos, etc.
Al enseñar los detalles de las ventanas y barandas, mencionó la filmación de una de las series en la casa, que devino lugar de rodaje de varias filmaciones.
Nuestro entrevistado nos convida a observar una higuera muy antigua, varias salas dedicadas a las artes visuales, y todos dan al patio sin techar de la casa, con sus estanques plantados de rosas y jazmines.
Todo comenzó así…
La Casa Azul abrió sus puertas hace tres años y comenzó sus actividades con una exposición de 28 artistas de escultura, dibujo y fotografía, seguida de una exposición de la fallecida artista plástica, Salwa Falouh Al-Salem.
El proyecto buscaba atraer y alentar a los jóvenes talentos, y muy pronto fue testigo de creaciones de estudiantes y talleres de teatro, música y escritura.
Como dijo Eid a Al Mayadeen español: “Celebramos varias exposiciones y concursos para apoyar a los jóvenes y graduados de la Facultad de Bellas Artes a través de comités especializados...”.
Para él, los días más hermosos son los de la temporada de verano, cuando realizan exposiciones con cerca de 85 niños talentosos en diferentes esferas, y les proyectan películas nacionales e internacionales.
Soñar con el futuro
En varias ocasiones, Eid vivió fuera de Siria, pero la Casa siempre parecía traerlo de regreso: “Este era mi sueño y le hemos dedicado todas nuestras capacidades, tiempo y energía. Gestionarlo y mantenerlo es un logro en este momento", dijo.
A pesar de la situación económica actual, se niega a convertir el espacio en un proyecto comercial, incluso si reporta un mayor rendimiento financiero.
Su mayor anhelo es que su trabajo sirva a la gente, y afirmó que nada podrá cambiar con la identidad del lugar.
Desea en un futuro crear más intercambios y concursos de jóvenes talentos. También anhela un mayor apoyo, pero el asunto parece difícil en medio de la crisis económica que atraviesa el país.