Bomberos de Grecia combaten incendios forestales por quinto día consecutivo mientras una densa nube de humo negro cubre la capital, Atenas.

Así está el panorama en la nación europea donde el fuego, esparcido por varias regiones, dejó hasta ahora al menos 20 muertos, en su mayoría migrantes.

Muchos de los focos activos destruyeron bienes y viviendas en Hasia y Fyli, pero numerosos ciudadanos prefieron permanecer en sus casas, dijo la Cruz Roja.

Personas mayores desmayadas, otras con quemaduras y decenas de evacuados son el saldo humano del desastre atmosférico. 

En esta jornada el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias, calificó la actual situación como una crisis sin precedente.

“El escenario meteorológico es la peor desde que existen registros; hay que prepararse para las situaciones que surgirán”, aseguró el funcionario en rueda de prensa.

Según un informe del Observatorio Nacional, más de 40 mil hectáreas ardieron en tres días, mientras las condiciones climáticas de calor intenso y sequedad incrementan el riesgo de incendio y continuarán hasta el viernes 25 de agosto.