Los hogares en todo el mundo desperdiciaron más de mil millones de porciones de comida al día en 2022, mientras 783 millones de personas padecían hambre.

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), ese año el mundo dejó mil 50 millones de toneladas métricas de residuos alimenticios, incluidas las partes no comestibles.

Este dato equivalió a 132 kilogramos per cápita y casi una quinta parte de todos los productores disponibles para los consumidores.

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Además, el documento detalló que el 60 por ciento de los desechos provenía de hogares particulares y el 28 de servicios de alimentación.

"Millones de personas no tendrán qué ingerir hoy debido a esta situación", declaró Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Resaltó que no solo es una preocupación importante en términos de desarrollo, sino también tiene serias repercusiones para el clima y la naturaleza.

La evaluación analizó la postura de los países frente al objetivo de reducir a la mitad este problema global para el año 2030.

Durante 2021, el texto indicó que el 17 por ciento de los comestibles de 2019, es decir, 931 millones de toneladas, tuvieron un destino similar.