Expertos cuestionan nueva estrategia agrícola de la Comisión Europea
La “Visión sobre la agricultura y los alimentos” de la Comisión Europea destacó la necesidad de acción climática y propuso ajustes en los pagos directos de la Política Agrícola Común. Sin embargo, organizaciones ecologistas consideraron que la estrategia careció de medidas concretas.
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Expertos cuestionan nueva estrategia agrícola de la Comisión Europea.
Organizaciones ecologistas del mundo consideraron poco robusta una estrategia presentada por la Comisión Europea sobre el futuro de la agricultura en los países de la región.
La denominada “Visión sobre la agricultura y los alimentos” destacó la necesidad de la acción climática en el sector y abogó por arreglos en los pagos directos de la Política Agrícola Común, para hacer más justo el apoyo a la renta y recompensar a los campesinos que trabajan con la naturaleza.
No obstante, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) comentó que el documento es impreciso al no proporcionar una dirección clara para la transformación del sistema alimentario europeo.
La responsable de Alimentación Sostenible, Giulia Riedo, consideró que la estrategia incluyó elementos positivos, pero, al intentar agradar a todos, no abordó cuestiones críticas, como el necesario incremento de pagos medioambientales.
Greenpeace, más radical con la propuesta, afirmó en un comunicado que los planes de Bruselas hicieron poco para reducir las amenazas climáticas y socioeconómicas de la mayoría de los agricultores, e ignoraron las conclusiones del grupo asesor de la Comisión.
“La política agrícola de la Unión Europea (UE) paga enormes cantidades de dinero público a un modelo agrícola que corroe la naturaleza, recompensa a propietarios de tierra multimillonarios, arruina a las explotaciones agrícolas pequeñas y vacía a las comunidades rurales”, aseguró el director de Política Agrícola de Greenpeace UE, Marco Contiero.
Añadió que, si nada cambia, crecerá la vulnerabilidad de la agricultura europea al colapso climático y medioambiental.
Desde Amigos de la Tierra, la activista Clara Bourgin manifestó su satisfacción por el reconocimiento a la necesidad de prácticas de mercado más justas, pero advirtió la escasez de medidas concretas que conduzcan a un cambio real.
En materia sanitaria, la Alianza Europea de la Salud y el Medioambiente reflexionó que el proyecto debe fortalecer los compromisos para proteger la integridad física, ante pesticidas nocivos para el ser humano.
Más allá de las deficiencias, la Política Agrícola Común de la UE, articulada a la iniciativa, proporcionó cerca de 425 mil millones de dólares en apoyo financiero a los productores entre 2014 y 2020.
Aproximadamente el 40 por ciento de sus fondos estuvieron destinados a prácticas sostenibles.