Riesgos de incendios en Francia o temperaturas sobre los 40 grados Celsius en España. La primera ola de calor del verano en el hemisferio norte golpea este fin de semana el sur de Europa.

Las altas temperaturas serán aún más fuerte en España, Portugal, Francia e Italia donde varias ciudades permanecen en alerta roja.

En alerta desde Milán hasta Palermo

En Italia, 17 ciudades se encuentran en alerta, tanto en el norte, entre ellas Milán, Bolonia y Turín, como en el sur, sobre todo Nápoles y Palermo, donde los pronósticos son de 39 grados Celsius.

Algunas regiones, como Liguria y Sicilia, promulgaron ordenanzas para prohibir el trabajo al aire libre durante las horas de mayor riesgo, y los sindicatos hicieron campaña para extender la prohibición a otras regiones.

El calor ya provocó un aumento del número de llamadas de emergencia en la última semana, informó la agencia Ansa.

Noticias Relacionadas

Le Pen instó a derecha francesa prepararse por posibles elecciones

Europa duda sobre la destrucción del programa nuclear de Irán

Alerta en la península ibérica

Los registros de España podrán llegar hasta los 42 grados Celsius en algunos puntos, advirtió la Agencia Estatal de Meteorología.

En Sevilla, al sur del país, ciudadanos y turistas buscaron refugio del intenso calor que ya comenzaba a sentirse este sábado.

LEA TAMBIÉN: 2024 fue el año más caluroso de la historia

A la fuerte sensación de calor contribuyó igualmente que las aguas del mar "superaron los 26 grados Celsius: cifra récord para estas fechas, propia de mediados de agosto”, explicaron los expertos. 

Noches "muy desagradables"

El meteorólogo de Météo-France, Tristan Amm, advirtió que habrá noches "muy desagradables" con temperaturas que no bajarán de 20 ºC.

La ola de calor afectó el sábado por segundo día consecutivo al sur de la nación, antes de extenderse hacia el norte, y aumentó el riesgo de incendios.

El origen de este nuevo pico en Francia es una "cúpula de calor". Este mecanismo se asemeja a un anticiclón grande y potente que forma una especie de tapa y bloquea el aire de las capas bajas, impidiendo la entrada de perturbaciones.

Los científicos alertaron desde hace años del impacto del cambio climático en las olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más intensos y frecuentes.