Un planeta al límite: desastres naturales revelan colapso climático
Incendios forestales en Siria y Turquía, inundaciones catastróficas en Texas y una ola de calor letal en Europa: el planeta atraviesa una serie de desastres naturales simultáneos que, lejos de ser aislados, responden a una misma causa.
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Bosques quemados en Latakia (Foto: Agencia Sana)
En un escenario marcado por un desequilibrio climático sin precedentes, el planeta enfrenta una oleada de desastres naturales graves y simultáneos que se extienden desde Medio Oriente hasta América del Norte y Europa Occidental.
Siria en llamas: fuego entre montañas
Los incendios forestales en Siria, por ejemplo, arrasaron ya unas 15 mil hectáreas de tierras agrícolas y bosques en la zona rural de Latakia.
En esta región montañosa, las labores de extinción se vieron obstaculizadas por el terreno montañoso extremadamente escarpado, la presencia de minas y la escasez de fuentes de agua cercanas.
A estas dificultades se sumó la rápida propagación del fuego, impulsada por los fuertes vientos y las temperaturas extremas.
Esta combinación de factores llevó a las autoridades a advertir sobre un posible desastre ambiental y humanitario de gran magnitud, quizás el más devastador en años.
Turquía arde: una emergencia nacional
En las últimas semanas, Turquía enfrentó también una de las peores oleadas de incendios forestales en su historia reciente.
Las llamas, avivadas por las altas temperaturas, los fuertes vientos y una humedad extremadamente baja, arrasaron vastas zonas del país.
Esta situación dejó al menos tres muertos, dos agentes forestales y un anciano, y obligó a evacuar a decenas de miles de personas.
Texas bajo el agua: fragilidad climática del sur de EE. UU.
Las inundaciones repentinas que azotaron Texas a principios de julio dejaron un saldo devastador de más de un centenar de fallecidos y comunidades enteras sumidas en el caos.
Este evento extremo, alimentado por lluvias torrenciales y un sistema de tormentas estacionario, expuso la creciente fragilidad ante fenómenos meteorológicos intensificados.
La falta de preparación, la urbanización acelerada y la infraestructura insuficiente agravaron una crisis que ya no puede considerarse excepcional, sino parte de una nueva normalidad climática.
Europa se sofoca: ola de calor deja miles de muertos
Durante la última semana de junio y los primeros días de julio de 2025, Europa vivió una ola de calor sin precedentes que afectó a 12 grandes ciudades y dejó un saldo estimado de dos mil 300 muertes.
Ciudades como Milán, Barcelona, París, Madrid y Londres registraron temperaturas superiores a los 40 °C, colapsos en los servicios de salud y alertas rojas generalizadas.
Un estudio del Imperial College de Londres reveló que el cambio climático aumentó entre 2 y 4 °C la intensidad de esta ola de calor en la mayoría de las ciudades afectadas.
Este incremento térmico fue suficiente para convertir un verano caluroso en una amenaza letal, especialmente para adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Una causa común: cambio climático
Esta nueva realidad climática no es aislada ni fortuita. Todos estos fenómenos comparten una causa más profunda: el cambio climático, que intensifica incendios, sequías, olas de calor e inundaciones.
Con el uso continuo de combustibles fósiles y el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, parece que el "último empujón" que llevará al ecosistema al colapso es solo cuestión de tiempo.
¿Siguen ocurriendo los desastres naturales? ¿O nos enfrentamos a un sistema climático que se venga de los humanos?