EE. UU. ya no tiene la misma influencia en Medio Oriente
Con Estados Unidos debilitándose, "Israel" debe aprender a vivir en armonía con sus vecinos árabes. Por encima de todo, esto requiere una solución de la cuestión palestina. Sin embargo, toda la evidencia sugiere que Israel está empeñado en avanzar en la dirección opuesta.
La cuestión palestina ha pasado largos períodos oculta a la vista, la difícil situación de los palestinos ha sido olvidada e ignorada, y sólo de manera intermitente ha vuelto a aparecer en la agenda. Una vez más, ha estallado el enorme agravio histórico que sienten los palestinos, dominando el Medio Oriente y exigiendo la atención del mundo. Reducir las causas del conflicto actual a la acción de Hamás el 7 de octubre es no entender nada. La cuestión palestina no desaparecerá hasta que se aborde la cuestión fundamental de un Estado palestino.
Las raíces del problema se encuentran en la derrota de los palestinos en la guerra de 1948 y el consiguiente desplazamiento de la población palestina. Los palestinos que continuaron viviendo en "Israel" fueron reducidos a un estatus de segunda clase en un Estado de estilo apartheid. Hay dos razones por las que esta injusticia histórica ha sobrevivido durante más de 70 años. En primer lugar, "Israel" se ha negado a aceptar una solución de dos Estados. Cree en un Estado judío y en nada para los palestinos.
Durante muchas décadas "Israel" ha aplicado un enfoque muy agresivo hacia sus vecinos árabes, sobre todo con la expansión del territorio israelí después de la guerra de 1967. La segunda razón es que "Israel" ha recibido apoyo incondicional de Estados Unidos desde su creación. "Israel" sobrevive -económica, política y militarmente- gracias a un sistema de soporte vital proporcionado por Estados Unidos. Israel disfruta de una relación más estrecha con Estados Unidos que incluso los aliados tradicionales de este último, como el Reino Unido, Australia y Japón.
"Israel" es, en gran medida, una creación occidental y una dependencia occidental. Ésta es también la fuente de su vulnerabilidad histórica. ¿Qué sucederá cuando Estados Unidos ya no pueda respaldar a "Israel" como lo hizo antes? Su apoyo al bombardeo moralmente reprobable de Israel sobre Gaza ha resultado en la humillación de Estados Unidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas: 120 países apoyaron una pausa humanitaria sostenida, sólo 14 países votaron en contra (seis de los cuales eran islas del Pacífico) y 45 abstenciones, incluido el Reino Unido y Japón. Para un país que todavía pretende ser el líder mundial, Estados Unidos terminó vergonzosamente aislado en una enorme cuestión internacional. Esto también es parte de un proceso a más largo plazo: Estados Unidos ya no disfruta en el Medio Oriente de la misma influencia que disfrutaba hace una década, y mucho menos antes. Y esta autoridad en declive seguramente continuará.
Con Estados Unidos debilitándose, "Israel" debe aprender a vivir en armonía con sus vecinos árabes. Por encima de todo, esto requiere una solución de la cuestión palestina. Sin embargo, toda la evidencia sugiere que Israel está empeñado en avanzar en la dirección opuesta. El objetivo declarado del gobierno israelí es la destrucción de Hamás. Eso no sucederá. Por el contrario, su bombardeo indiscriminado de Gaza sólo alienará aún más a la población y servirá en el futuro para fortalecer enormemente el apoyo a Hamás.
El gobierno israelí opera bajo la ilusión de que Hamás es una fuerza represiva que no goza de apoyo popular. Esto es evidentemente falso, como lo demuestran, entre otras cosas, las encuestas de opinión. Desde el IRA en Irlanda del Norte y el Vietcong en Vietnam del Sur, desde Mau Mau en Kenia hasta los talibanes en Afganistán, este no es un fenómeno nuevo: los pueblos oprimidos, desposeídos y sin ningún poder político, buscan todos los medios a su alcance para oponerse a los regímenes represivos. Hamás no es más que el último ejemplo. Tarde o temprano, el gobierno israelí tendrá que negociar con Hamas, así como con la Autoridad Palestina, para encontrar una manera de abordar la cuestión palestina.
La guerra en Gaza, al igual que la guerra en curso en Ucrania, es un recordatorio de la inestabilidad que ahora caracteriza el orden global. Hay múltiples razones, pero el factor más importante es el declive de Estados Unidos y el consiguiente debilitamiento, incluso desmoronamiento, del orden global. Podemos esperar que esta situación continúe y, sin duda, se intensifique. Los peligros son claros para que todos los vean. Requiere cabeza fría, diálogo en lugar de acritud y moderación en lugar de beligerancia.
China es profundamente consciente de esto. Ha sido una característica singular de su diplomacia en 2023, durante el cual China ha emergido cada vez más no solo como un líder global sino cada vez más como un líder global clave. No hay mejor ejemplo que Oriente Medio, donde China se ha convertido en un conciliador, por ejemplo entre Arabia Saudita e Irán, y en una voz a favor de la paz y el diálogo. La voz y la presencia musulmana se han convertido en una característica marcada de la expansión de los BRICS y del papel cada vez más amplio de la Franja y la Ruta. Es una lección de la que Occidente podría aprender. China, sensible y consciente de la importancia de la cuestión palestina desde hace mucho tiempo, con el tiempo puede desempeñar un papel crucial a la hora de fomentar un proceso de paz muy necesario.