Brutalidad policial encenderá movimiento antibelicista en EE. UU.
Desde el 7 de octubre de 2023, tras la agresión israelí a la Franja de Gaza, los universitarios estadounidenses desarrollaron vigilias, concentraciones y marchas para pedir un alto al fuego en el enclave palestino.
Las detenciones de más de 100 estudiantes de la Universidad de Columbia la pasada semana revigorizaron el movimiento antibelicista en Estados Unidos.
De acuerdo con el diario británico The Guardian, desde el 7 de octubre de 2023, tras la agresión israelí a la Franja de Gaza, los universitarios estadounidenses desarrollaron vigilias, concentraciones y marchas para pedir un alto el fuego en el enclave palestino.
Aunque algunas de estas protestas desembocaron en acaloradas peleas sobre política exterior, los acontecimientos más destacados estuvieron relacionados con las pésimas declaraciones de los rectores de las universidades ante el Congreso.
Según la socióloga e investigadora principal de Data and Society, Joan Donovan, en las próximas semanas surgirán docenas de nuevos campamentos universitarios porque los activistas encontraron una táctica para llamar la atención de la Casa Blanca en un momento crítico: durante los exámenes finales y la ceremonia de graduación.
Al respecto Donovan, organizadora en Occupy LA (2011), recordó como el referido movimiento estuvo favorecido por los mensajes distribuidos por los jóvenes en las redes sociales y la conversión del teléfono móvil en una herramienta política imbuida de poderes narrativos y de difusión.
Pero fueron los vídeos virales de abusos policiales y represión los que dieron entonces mayor popularidad a Occupy.
Desde entonces, Donovan observó la escalofriante relación entre la violencia estatal y la participación en los movimientos de protesta y cómo la represión estatal fue empleada como medio para castigar sin el debido proceso y disuadir de futuros activismos.
Conforme a la socióloga, los manifestantes antibelicistas de hoy en día disponen de toda la infraestructura necesaria para transmitir una narrativa sobre sus creencias de manera directa a una aldea global.
Desde 2011 hasta la fecha, los activistas practicaron durante años la utilización de sus teléfonos como herramientas políticas.
Mientras el movimiento Occupy y los avances tecnológicos inspiraron a los nuevos periodistas a publicar gran cantidad de contenido crudo y sin filtrar en 2011, la generación Z nació en él y son más expertos digitales que grupos precedentes.
A juicio de Donovan, los jóvenes de hoy tienen una infraestructura preparada para cambiar el control y doblegar a las instituciones, pero la clave será que los estudiantes mantengan la presión para garantizar el cumplimiento de sus objetivos.
Los manifestantes estudiantiles de hoy concentraron los esfuerzos por encontrar una táctica para elevar sus quejas a las altas esferas de la administración.
Y aunque todas las tácticas caducan a medida que la oposición aprende a contrarrestar los movimientos de los manifestantes, los alumnos tienen ahora las de ganar.
Si los estudiantes pueden encontrar una manera de crear impulso durante los meses de verano, es posible que el tema sea un factor importante en las elecciones de noviembre, apuntó Donovan.
Las secuelas en la Universidad de Columbia deberían ser instructivas para otros centros similares porque la represión y la suspensión de los estudiantes conducirá a una protesta más sostenida y a una participación más amplia.
Hay algo de verdad en el popular lema de protesta: “Intentaron enterrarnos, pero no sabían que éramos semillas”, subrayó Donovan.