¿Cómo trabajó equipo de Biden para ocultar signos de envejecimiento?
Los asistentes impusieron estrictas restricciones a los planes de viaje, conferencias de prensa, apariciones públicas y reuniones con donantes a medida de los evidentes tropiezos del presidente Biden.
Durante más de un año, los asesores de alto nivel de la Casa Blanca trabajaron de manera ardua para gestionar la agenda, los movimientos y las interacciones personales del presidente Biden, mientras buscaban minimizar los signos de envejecimiento del jefe de Estado de mayor edad en la historia de Estados Unidos.
La Casa Blanca restringió la agenda diaria de Biden, lo protegió de intercambios improvisados, disminuyó las conferencias de prensa y las apariciones en los medios.
Además, dos veces rechazaron las entrevistas durante las vacaciones del Super Bowl (una forma fácil de llegar a millones de votantes) y trataron de garantizar ajuste a las citas con los donantes a las cortesías escritas.
Por otro lado, altos funcionarios le impidieron realizar viajes, incluidos los semanales a través del país en 2022 para promocionar los beneficios de su proyecto de ley de infraestructura.
Todo esto sucedió cuando los errores de Biden fueron cada vez más claros, mientras los principales asesores aseguraron a todos sobre el perfecto estado del mandatario.
Cuando el presidente de 81 años subió al escenario para el debate del mes pasado, su pobre desempeño en el evento de 90 minutos sorprendió a los miembros de su partido, incluidos algunos miembros del personal de la Casa Blanca, quienes rara vez pasan tiempo a solas con Biden.
Ahora, muchos donantes y legisladores expresaron sentirse engañados ante los intentos de disipar las preocupaciones planteadas mucho antes del debate sobre si Biden es apto para un segundo mandato.
Varios demócratas de alto rango manifestaron inquietud de que pocos en el partido tuvieran el coraje de decirle a Biden cara a cara la necesidad de renunciar.