Irak quiere que EE. UU. empiece a retirar sus tropas en septiembre
Funcionarios estadounidenses e iraquíes discutirán el tema esta semana durante una reunión en Washington.
El gobierno de Irak quiere que Estados Unidos comience a reducir el número de tropas que tiene en el país a partir de septiembre, informó Reuters, citando cuatro fuentes de Bagdad.
La nación árabe pidió la retirada de la coalición liderada por Estados Unidos para que finalice formalmente su trabajo en septiembre de 2025, aunque es probable que algunas tropas norteamericanas permanezcan en una función diferente.
El Pentágono tiene actualmente dos mil 500 tropas en Irak, una presencia que apoya la ocupación estadounidense del este de Siria, donde hay desplegados unos 900 soldados.
Aún no hay un acuerdo formal sobre la retirada de algunas fuerzas estadounidenses ni sobre el calendario. Funcionarios de ambos países discutirán el tema esta semana durante una reunión en Washington.
Cualquier acuerdo que deje a las tropas estadounidenses en Irak podría conducir a más ataques a bases norteamericanas por parte de las milicias chiitas iraquíes, ya que han estado presionando al primer ministro Mohammed Shia al-Sudani para que expulse a las fuerzas de la coalición.
Al-Sudani comenzó a pedir la retirada de Estados Unidos después de que el presidente Joe Biden empezara a lanzar ataques aéreos en Irak contra las milicias chiitas que forman parte de las Fuerzas de Movilización Popular, integrantes de las fuerzas de seguridad de la nación.
De acuerdo con el primer ministro, las fuerzas iraquíes podrían ocuparse de los remanentes del grupo terrorista Estado Islámico en el país sin la coalición liderada por Estados Unidos. Washington e Irak iniciaron conversaciones sobre el tema, pero hasta el momento no ha habido señales de progreso.
El parlamento iraquí votó a favor de expulsar a las fuerzas estadounidenses en 2020, después de que un ataque con drones norteamericanos en Bagdad matara al general iraní Qasem Soleimani y al líder de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al-Muhandis.
Sin embargo, Estados Unidos se negó a irse y ha podido permanecer en Irak a pesar de los frecuentes llamados a la retirada debido a la importante influencia económica de Washington sobre Bagdad.
Desde la invasión de 2003, las reservas extranjeras de Irak están en manos de Estados Unidos, lo que le otorga a Washington el control sobre el suministro de dólares a Bagdad y la capacidad de devaluar el dinar iraquí.
La administración norteaña también mantiene un control estricto sobre la capacidad de Irak para pagar a su vecino Irán la electricidad que tanto necesita.