Aumentan amenazas terroristas en todo el mundo
Existe una renovada amenaza del Estado Islámico, junto con la proliferación de grupos terroristas en las regiones de Medio Oriente, Asia Central y el Sahel africano.
Las amenazas de grupos terroristas como el Estado Islámico (DAESH), también conocido como ISIS, están aumentando nuevamente en todo el mundo tres años después de que Estados Unidos se retirara de Afganistán, una salida que marcó una nueva fase en la guerra contra el terrorismo.
El DAESH se ha atribuido la responsabilidad de varios ataques mortales este año en todo el mundo, desde Turquía hasta Irán y Rusia.
Agentes afiliados a este grupo perpetraron una acción con arma blanca en Alemania este mes y amenazaron con un concierto de Taylor Swift en Austria.
Existe una renovada amenaza del Estado Islámico, junto con la proliferación de grupos terroristas en las regiones de Medio Oriente, Asia Central y el Sahel africano.
Sin embargo, en Washington y entre el público estadounidense en general no hay apetito para misiones de invasión extranjera a largo plazo para "combatir el terrorismo" después de la guerra de 20 años en Afganistán o la guerra de ocho años en Irak.
En cambio, se despliega un número menor de tropas estadounidenses en países dispuestos a recibir una presencia estadounidense, lo que aparentemente le da a Estados Unidos una visión “más allá del horizonte” de las amenazas.
Pero esa ha resultado una estrategia difícil de manejar, ya que Irak busca expulsar a las fuerzas estadounidenses, así como varias naciones africanas expulsan a los estadounidenses y europeos.
Aunque no ha alcanzado su apogeo anterior, la amenaza terrorista está creciendo nuevamente y los expertos en seguridad temen que Estados Unidos esté volviendo a adoptar una postura reactiva.
“Basta con que estalle una bomba en Times Square”, expresó el investigador principal no residente del Instituto de Investigación de Política Exterior, Colin Clarke.
“Somos demasiado reactivos en nuestra política y no somos lo suficientemente proactivos.
“Lamentablemente, creo que no hemos aprendido mucho del 11 de septiembre. Tenemos que prepararnos para estas cosas y preparar nuestras respuestas. Tenemos que ser clínicos. Tenemos que ser bastante sensatos en la forma en que respondemos a estas cuestiones”, añadió.
Estados Unidos completó su retirada de Afganistán hace tres años en una retirada caótica que dejó 13 militares norteamericanos muertos en un atentado suicida de ISIS-K en el aeropuerto de Kabul que también mató a unos 170 civiles afganos.
Sin embargo, Washington ha seguido combatiendo a un DAESH resistente. Hay unos 900 soldados en Siria y unos dos mil 500 en Irak, en contra de la voluntad de los gobiernos de esos países, supuestamente para combatir al grupo terrorista.
En los últimos tres años, el ISIS-K, la rama del grupo en Asia Central, ha resurgido. Se atribuyó la responsabilidad de los ataques de enero en Kerman, Irán, que mataron a casi 100 personas; un tiroteo en una sala de conciertos de Moscú en marzo en el que murieron más de 130 personas; y un tiroteo en una iglesia de Estambul en el que murió una persona, también en enero.
La red más amplia ISIS se atribuyó la responsabilidad de un ataque con cuchillo en Alemania este mes que mató a tres personas y estaba detrás de un complot frustrado para matar a miles de personas en el concierto de Swift en Austria, según las autoridades.
El Comando Central de Estados Unidos informó en un comunicado de julio que ISIS fue responsable de 153 ataques en Irak y Siria en la primera mitad de 2024 y estaba "en camino de duplicar el número total de ataques" que afirmó el año pasado.
Estados Unidos advirtió que el grupo extremista estaba tratando de reconstituirse mientras las fuerzas estadounidenses perseguían a los aproximadamente 2 mil 500 miembros de ISIS que se encuentran sueltos en Irak y Siria.
ISIS-K también sigue siendo un centro regional, canalizando “cientos de miles de dólares a facilitadores financieros, además de proporcionar personal y armas para apoyar operaciones externas”, afirmó el Departamento del Tesoro en un informe este año.
El secretario de prensa del Pentágono, el mayor general Patrick Ryder, informó a los periodistas esta semana que Estados Unidos estaba “totalmente concentrado” en combatir el terrorismo y estaba mejorando la cooperación con los aliados para compartir inteligencia e información para frustrar complots.
“Sabemos que no podemos hacer la vista gorda ante las amenazas de organizaciones como ISIS-K”, afirmó.
“Hemos invertido y seguimos invirtiendo en capacidades modernas y desplegándolas para mantener seguros a los estadounidenses”.
El subsecretario general de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, Vladimir Voronkov, alertó en una reunión informativa este mes que ISIS “ha mejorado sus capacidades financieras y logísticas en los últimos seis meses, incluso recurriendo a las diásporas afganas y de Asia Central en busca de apoyo” y también ha aumentado su campaña de reclutamiento.
“Serán necesarios esfuerzos sostenidos contra el terrorismo para impedir que [ISIS] siga sumando logros”, afirmó.
“Debemos unirnos para impedir que Afganistán vuelva a convertirse en un foco de terrorismo”.
La renovada amenaza se extiende mucho más allá de este grupo terrorista. Las muertes por terrorismo en todo el mundo aumentaron un 22 por ciento en 2023 hasta alcanzar las 8 mil 352, el nivel más alto desde 2017, indicó el último índice mundial sobre terrorismo del Instituto para la Economía y la Paz .
Si bien hubo una disminución en el número de incidentes, el aumento de muertes muestra que el terrorismo se está volviendo “más concentrado y más letal”, según el informe.
Medio Oriente sigue siendo una región crucial para los esfuerzos antiterroristas, pero el futuro del despliegue estadounidense allí sigue siendo incierto.
Bagdad mantiene conversaciones de alto nivel para obligar a Estados Unidos a retirarse de Irak. Si Estados Unidos abandonara Irak, probablemente tendría que salir también de Siria, considerando que la base técnica de su presencia allí es proteger el territorio iraquí.
Las fuerzas iraquíes se han entrenado con Estados Unidos para contrarrestar al DAESH y otros extremistas violentos, pero una retirada estadounidense podría llevar a un resurgimiento del grupo terrorista, opinó el investigador principal del Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente, Aaron Zelin.
Zelin agregó que si el DAESH toma partes del noreste de Siria cuando Estados Unidos se vaya, “obtendrá más dinero, combatientes y armas” y reiniciará una insurgencia en Irak.
Pero el foco más peligroso del terrorismo está en la región del Sahel de África, que comprende las partes occidental y central del norte del continente.
En África, el ISIS está presente, pero los grupos vinculados con Al Qaeda plantean la mayor dificultad. Jamaat Nusrat Al-Islam wal Muslimeen es la amenaza más persistente en todo el Sahel, mientras Al-Shabaab ha asolado Somalia y África Oriental durante mucho tiempo.
Burkina Faso sigue siendo el país más afectado por el terrorismo en el mundo, representando una cuarta parte de todas las muertes relacionadas con el terrorismo, según el informe del índice mundial.
Los países del Sahel han luchado durante mucho tiempo para combatir a los grupos extremistas violentos, y algunos de ellos enfrentan una mayor inestabilidad después de caer en golpes militares, incluidos Níger, Malí y Burkina Faso.
Las juntas militares en el poder han expulsado a las tropas estadounidenses y francesas. En agosto, Estados Unidos completó la retirada de sus bases en Níger después de que el ejército tomara el poder en 2023, poniendo en peligro los esfuerzos antiterroristas al retirar a las fuerzas estadounidenses de un importante punto de apoyo regional.
Francia, un importante socio antiterrorista, también se ha visto obligada a abandonar Mali, Níger y Burkina Faso.
En toda África, las muertes relacionadas con el terrorismo aumentaron un 56 por ciento entre 2021 y 2024, según el Centro Africano de Estudios Estratégicos de la Universidad Nacional de Defensa, financiada por el Pentágono.
El Sahel representó aproximadamente la mitad de esas muertes, y la región ha visto triplicarse los asesinatos por terrorismo.
De acuerdo con el director de investigación del Centro Africano de Estudios Estratégicos, Joseph Siegle, el “dramático aumento” de los incidentes violentos en toda África es preocupante.
La amenaza es compleja y señaló que detrás de este aumento hay múltiples grupos militantes violentos que reclutan activamente entre una población de bajos ingresos en dificultades que tiene quejas contra el gobierno, especialmente contra los dirigidos por juntas militares.
“Nos enfrentamos ahora a estas insurgencias establecidas, y no a actos terroristas aislados”, aseguró.
“Para combatirlas se requieren los esfuerzos de toda la sociedad. Se requiere una presencia gubernamental sobre el terreno que pueda prestar servicios y contrarrestar estos argumentos de que a los gobiernos no les importa”.
Estados Unidos viene combatiendo el terrorismo desde el 11 de septiembre y los estadounidenses están cansados de despliegues a gran escala como los de Irak y Afganistán. Pero los expertos en contraterrorismo consideran que es importante mantener al menos una pequeña y robusta red de inteligencia y fuerza en el extranjero para reducir la capacidad de los grupos violentos de llevar a cabo ataques.