Creencias antisionistas merecen respeto, asegura tribunal británico
Las opiniones sobre “Israel” del académico David Miller, injustamente despedido, deben estar protegidas por la legislación contra la discriminación.
La creencia de que las acciones de “Israel” equivalen a apartheid, limpieza étnica y genocidio son dignas de respeto en una sociedad democrática, concluyó tribunal laboral de Reino Unido en una decisión histórica.
Según el diario británico The Guardian, en febrero de 2024, la corte dictaminó que el profesor David Miller fue discriminado de manera injusta al ser despedido por la Universidad de Bristol por sus comentarios antisemitas, en una decisión que, según la Unión de Estudiantes Judíos, sentaba un peligroso precedente.
El juzgado publicó ahora su sentencia de 120 páginas en la cual expone por qué las creencias de Miller justificaban la protección de las leyes contra la discriminación.
Aunque muchos discrepan de forma vehemente y contundente con el análisis de la política y la historia de Miller, otros tienen creencias iguales o similares, señaló el juez Rohan Pirani.
Miller, quien impartió clases sobre sociología política, declaró ante el tribunal que el sionismo era intrínsecamente racista, imperialista y colonial, y estaba ideológicamente abocado a las prácticas del apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en pos del control y la expansión territorial.
También aclaró que su antisionismo no equivale a una oposición a los judíos.
Por otro lado, dos estudiantes judíos expresaron quejas sobre una conferencia impartida por Miller en 2019 en la cual identificó el sionismo como uno de los cinco pilares de la islamofobia.
A su vez, el Community Security Trust, defensor de la campaña contra el antisemitismo, describió los comentarios de Miller como una calumnia vergonzosa.
En un correo electrónico enviado en febrero de 2021 al periódico estudiantil de la universidad, Miller expresó: “El sionismo es una ideología racista, violenta e imperialista basada en la limpieza étnica”.
Además, calificó a la Sociedad Judía de la universidad de grupo de presión israelí.
La revisión separada de estas declaraciones fue considerada ofensiva, errónea e inapropiada, y ello resultó en su despido por falta grave.
Para Pirani, Miller es un antisionista comprometido y sus opiniones sobre este tema desempeñan un papel importante en su vida durante muchos años.
Al respecto, el tribunal consideró que las creencias de Miller cumplían los criterios de ser dignas de respeto en una sociedad democrática al no entrar en conflicto con los derechos fundamentales de los demás.
La oposición de Miller al sionismo no es una oposición a la idea de la autodeterminación judía o de la existencia de un Estado preponderantemente judío en el mundo, sino más bien, como él la define, a la realización exclusiva de los derechos judíos a la autodeterminación dentro de una tierra que alberga una población no judía muy considerable.
Además, las manifestaciones de la creencia de Miller nunca incitaron a la violencia ni representaron una amenaza para la salud o la seguridad de ninguna persona.