Los médicos de la Franja de Gaza están donando su propia sangre para salvar a sus pacientes después de que decenas de palestinos fueran abatidos a tiros por las fuerzas israelíes mientras intentaban obtener ayuda alimentaria, informó la organización benéfica Médicos Sin Fronteras (MSF).

Alrededor de 100 empleados de MSF protestaron frente a la sede de la ONU en Ginebra contra un sistema de distribución de ayuda en Gaza dirigido por una empresa privada respaldada por "Israel", lo que ha llevado a escenas caóticas de matanzas masivas.

"La gente necesita los fundamentos de la vida... también la necesitan con dignidad", expresó a Reuters el director general de MSF Suiza, Stephen Cornish.

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Cornish explicó que el personal de uno de los hospitales donde opera MSF tuvo que dar sangre, ya que la mayoría de los palestinos están ahora demasiado mal alimentados para donar.

"Israel" permitió que la privada Fundación Humanitaria de Gaza comenzara la distribución de alimentos en Gaza la semana pasada, después de haber cerrado por completo la Franja de Gaza a todos los suministros desde principios de marzo.

Las autoridades de Gaza informaron que al menos 102 palestinos murieron y casi 500 resultaron heridos tratando de obtener ayuda de los sitios de distribución de alimentos en los primeros ocho días.

Testigos presenciales han dicho que las fuerzas israelíes dispararon contra multitudes. El ejército israelí reconoció que el martes, cuando al menos 27 personas murieron, sus tropas habían disparado contra "sospechosos" que se acercaban a sus posiciones.

Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU apoyada por el resto de los miembros, que pedía un acceso sin trabas a la ayuda en Gaza.