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Los enfrentamientos continuaron de manera intermitente en el campamento de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh, al sur del Líbano, a pesar de los continuos esfuerzos por calmar la situación. 

Según el corresponsal de Al-Mayadeen desde Sidón, una fuente en el movimiento Fatah confirmó que la estabilización del alto al fuego depende de la entrega de las responsables del asesinato del general de brigada Abu Ashraf Al-Armoushi y sus compañeros.

Hasta el momento 10 personas murieron y más de 50 resultaron heridas como resultado de la confrontación armada. Alrededor del 60 por ciento de los residentes del referido acantonamiento abandonaron sus hogares debido a las batallas.

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Por su parte, las facciones palestinas afirmaron su rechazo a los desafortunados duelos al interior de Ain al-Hilweh, en tanto son considerados una gran amenaza para la seguridad y la estabilidad de los pobladores y un grave insulto a causa nacional.

De acuerdo con la resistencia, los trágicos eventos solo sirven a la ocupación y son parte de los esfuerzos de las herramientas de sedición internas y externas, encaminados a provocar disturbios y desacuerdos en los campamentos palestinos, especialmente en el Líbano, para atacar el problema de los refugiados.

En ese sentido, los diferentes grupos palestinos llamaron a asumir las responsabilidades para cerrar la brecha, acordonar la crisis, recurrir al diálogo y dedicar esfuerzos para apuntar con el arma a la ocupación.

Además, pidieron la movilización de todas las energías, humanas y militares para fortalecer la firmeza del pueblo palestino y proteger su causa de la liquidación, especialmente el derecho al retorno.

Tras el estallido de las luchas internas en el campamento de Ain al-Hilweh, el comandante de las Fuerzas de Seguridad Nacional Palestinas en el Líbano, general de división Subhi Abu Arab, acusó a la organización Jund al-Sham de asesinar a Al-Armoushi y sus compañeros.