Calma en Níger.. y los ciudadanos ignoran amenaza de la CEDEAO
Cerca de cumplirse el plazo dado a la junta militar para restaurar el antiguo régimen, la capital permanece tranquila y la población da señales de apoyo al nuevo gobierno de transición.
La calma prevalecía este domingo en la capital de Níger y los ciudadanos no parecían preocupados por la amenaza de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), de intervenir si termina el plazo concedido al consejo militar para restituir al expresidente, Mohamed Bazoum.
Los signos de apoyo popular al consejo militar son apreciables en las calles de Niamey, y la junta militar no cederá a las presiones externas para dejar el poder y restaurar el antiguo régimen.
En una manifestación cerca de una base aérea en las inmediaciones de la capital, los participantes prometieron resistir si era necesario junto a la nueva administración militar, sin recurrir a la violencia con sus conciudadanos.
En cuanto a la CEDEAO, altos funcionarios acordaron, el pasado 30 de julio, emprender acciones militares si Bazoum no es liberado, para lo cual elaboraron un posible plan de intervención armada.
También aplicaron sanciones económicas, cuyo impacto empieza a reflejarse en la vida cotidiana, pues cortaron la electricidad y se dispararon los precios de los alimentos, pero la ciudadanía aún no mostró preocupaciones al respecto.
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La vida en la ciudad continúa con sus rutinas de esta temporada estival. Incluso celebraron algunas bodas en la ciudad, como es costumbre durante el fin de semana.
Un ama de casa capitalina respondió a una agencia de prensa local no estar preocupada por las acciones de la CEDEAO, porque una intervención en Níger no beneficia a los líderes de ese bloque.
Por su parte, los países vecinos de Malí y Burkina Faso declararon hace unos días que cualquier intervención militar contra Niamey sería considerada una declaración de guerra contra Uagadugú y Bamko, y además llevaría a la retirada de ambos de la CEDEAO.
En Chad, una fuente cercana a los círculos de decisión en N'Djamena confirmó la decisión del gobierno de abstenerse de participar en cualquier operación contra Níger, y consideró ese rechazo como mayoritario entre los pueblos africanos.
Asimismo, el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, propuso solucionar cualquier situación con la lógica, no con la fuerza, y garantizó la neutralidad de su país, pues no emplearán la fuerza con sus vecinos y hermanos.
Sin embargo, Senegal, anunció, a través de su ministra de Asuntos Exteriores, Aissata Tal Sall, la disposición de su gobierno a plegarse al mandato de la CEDEAO y participar en la invasión a territorio nigerino.
También el presidente de Nigeria se prestó como intermediario para trasladar el ultimatum al consejo militar en Niamey, aunque el senado de ese país rechazó la idea de la intervención, y en especial de la participación de tropas nigerianas en esa precipitada agresión.
El 27 de julio pasado, el ejército de Níger anunció la destitución de Bazoum y la formación del Consejo Nacional para la Protección de la Patria, presidido por un grupo de altos oficiales del ejército.