Más de 14 mil 500 personas murieron en los Estados Unidos en los primeros siete meses de 2023 debido a la violencia armada.

Según el Gun Violence Archive (GVA, por sus siglas en inglés), el 22 de julio la cifra de tiroteos masivos pasó de 400, mucho antes que en años anteriores, y hasta el 6 de agosto sumó otros 23 incidentes de ese tipo.

Para más alarma, decenas de esos hechos ocurren en escuelas, y según estudios realizados en varios estados, las líneas telefónicas de ayuda reciben más llamadas relacionadas con armas y hechos violentos en los días posteriores a esos actos de extrema violencia.

Desde hace varios años, Washington encabeza la lista de ciudades norteamericanas violentas, con una tasa de casi un delito por cada 100 habitantes.

El nivel de criminalidad en la capital de la unión  aumentó un 37 porciento respecto al año pasado, sobre todo los asesinatos y robos violentos, confirmó este martes el Departamento de Policía de la ciudad.

Según las estadísticas publicadas, desde principios de año ocurrieron 161 asesinatos en la gran urbe: 28 por ciento más que en 2022.

Además, los casos de agresión sexual aumentaron en un 19 por ciento, y las agresiones con un arma peligrosa en un cuatro por ciento, de acuerdo con el informe policial.

Cuentan también los 17 mil 331 delitos relacionados con disputas de propiedad, 29 por ciento más en la comparación interanual. El número de robos de automóviles se duplicó y los incendios deliberados a la propiedad aumentaron de dos a ocho casos.

Alarmante también para el departamento es el crimen combinado (dos o más delitos a la vez), con 20 mil 547 casos, unos cinco mil más que en 2022.

Con más armamento que personas, EE.UU. tiene la tasa más alta de muertes por armas de fuego del planeta, y los estados con leyes más flexibles en ese tópico son los de mayor reporte de homicidios, suicidios, muertes accidentales y atentados.