Varios ataques con cohetes y drones contra enclaves militares ilegales estadounidenses en el nordeste de Siria fueron reportados este domingo, según la prensa local.

Según el diario nacional Al Watan, cinco proyectiles cayeron en la base instalada en el campo gasífero de Konico y otros cuatro en el recinto del Pentágono ubicado en los yacimientos petroleros de Al-Omar, ambos ubicados en la provincia oriental de Deir ez-Zor.

Otra estación al sur de la ciudad de Shaddadi, en la provincia noroerintal de Hasakeh, también fue blanco de un proyectil y varios drones.

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Asimismo, dos proyectiles de mortero impactaron un cuartel al sur de la ciudad de Ain Issa, en la gobernación de Raqqa.

En las redes sociales la resistencia popular circuló dos comunicados para reivindicar estas acciones.

Estados Unidos tiene en Siria al menos una docena de bases, en su mayoría en los campos de petróleo y gas en la región nororiental de Al-Jazeera, principalmente en Hasakeh, mientras mantiene una en la zona de Tanf, frontera con Iraq, para impedir cualquier comunicación terrestre entre estos dos países.

Las acciones contra las fuerzas del Pentágono y su milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria aumentaron en medio de una ira popular hacia sus prácticas.

El gobierno de Damasco denunció de manera repetida la presencia ilegal de los militares estadounidenses en el país, responsables del incentivo de la actividad terrorista y del saqueo de las riquezas nacionales.