BRICS, la alternativa de diálogo de las economías en desarrollo
Al menos 23 países están interesados en incorporarse al grupo, que hoy representa más del 31,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 42 por ciento de la población mundial.
Hasta el momento, 23 países solicitaron su incorporación al BRICS, bloque conformado incialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, lo cual demuestra el peso de esa estructura en el nuevo orden económico mundial en construcción.
Este grupo representa hoy más del 31,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 42 por ciento de la población mundial.
Según un artículo del portal 'South China Morning Post', de Hong Kong, citado por Spútnik, la credibilidad del grupo emergente debe mucho a las deficiencias e indiferencias de los actuales mecanismos de poder internacional hacia las economías en desarrollo.
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Como alternativa —apunta el análisis— ofrece créditos justos y una voz fuerte frente a la comunidad financiera internacional, sobre todo ante instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El artículo destaca la perspectiva global de los BRICS y su atractivo para naciones en desarrollo, con intenciones de separar sus manejos financieros (realizar transacciones o pagar sus deudas), de la hegemonía del dólar, algo posible gracias al Nuevo Banco de Desarrollo, con capacidad para respaldar otras monedas.
Para el articulista de South China Morning Post, otra de las razones para apoyarse en BRICS, más allá de la alianza económica en sí misma, es liberarse de la presión ejercida por Occidente, mediante coacción o promesas, con la intención de forzar a los países a "tomar partido en la división entre Estados Unidos y China, o entre Rusia y Ucrania".
En 2015, el bloque creó un Acuerdo de Reservas Contingentes de cien mil millones de dólares para respaldar a cualquiera de sus integrantes, lo cual incluirá a las nuevas captaciones.