Un caza  MiG-29 de Rusia interceptó un avión de patrulla P-8A Poseidon, de la fuerza aérea de Noruega, cerca de su frontera sobre el mar de Barents.

El comunicado del Ministerio de Defensa ruso detalló cómo los medios de control del espacio aéreo del país detectaron un objetivo en su área de seguridad y enviaron la nave para identificar y prevenir la violación de la frontera. Al detectar el caza, el intruso dio la vuelta sin prolongar el encuentro.

Según el ente castrense, su equipo ejecutó la operación bajo un estricto cumplimiento de las normas internacionales en cuanto al uso del espacio aéreo en aguas neutrales, sin cruzar rutas aéreas ni acercarse a la aeronave extranjera.

Este no es un incidente aislado entre Rusia y un país integrante de la OTAN "al margen" del conflicto con Ucrania.

El 5 de agosto, el ministerio confirmó el envío de uno de sus aviones de combate para interceptar un dron estadounidense Reaper, usado para sobrevolar las fronteras sobre el Mar Negro.