Los combatientes tribales árabes en la localidad siria de Dhiban, al este de Deir Ezzor, rechazaron el ataque masivo de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

Según el corresponsal de Al Mayadeen, las FDS en un intento por controlar el referido territorio bombardearon la urbe con morteros y granadas propulsadas por cohetes durante la noche del lunes.

En el décimo día de batallas entre los dos bandos, las FDS movilizaron a un gran número de efectivos en la localidad de Al-Busayra con el objetivo de asaltar y ocupar la zona rural oriental de Deir Ezzor, con más de 70 kilómetros de extensión.

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Las Fuerzas Democráticas Sirias, subordinadas a las tropas ocupantes estadounidenses, concentraron sus incursiones armadas en Dhiban, considerado el bastión y sede principal del dirigente de la tribu Al-Aqidat, Ibrahim Al-Hafel, acusadopor las FDS de ser el responsable de la sedición e incitación en su contra.

En este contexto, fuentes tribales confirmaron violentos enfrentamientos nocturnos y daños directos en el personal y equipos militares de las FDS.

También destacaron el estado de solidaridad entre los miembros de las tribus para impedir el retorno de las fuerzas mercenarias a la región.

De acuerdo con las declaraciones a los medios hechas por el jeque Al-Hafel, la batalla de las tribus en Deir Ezzor no es por el arresto de Abu Khawla, sino por recuperar el derecho a una región saqueada por las FDS.

Por su parte, el jeque Musab Al-Hafel, hermano de Ibrahim Al-Hafel, reveló sus contactos con varias autoridades de Estados Unidos en Doha con el objetivo de transmitir las demandas de las tribus del este de Siria.

Asimismo, negó la existencia de cualquier relación entre el movimiento tribal árabe y los gobiernos de Siria e Irán. También rechazó haber establecido comunicación con Turquía.

La víspera, Al Mayadeen informó sobre violentos enfrentamientos entre el Ejército Nacional, apoyado por Turquía, y las FDS en las afueras de las aldeas de Al-Buwayhj y Al-Bugaz, en Manbij, en la zona rural oriental de Alepo.