Candidata presidencial niega las víctimas de la dictadura en Argentina
Las organizaciones de izquierda rechazaron y acusaron a Victoria Villarruel de querer reinstalar la "teoría de los dos demonios" en el país.
La candidata a vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, intenta desconocer la cruenta dictadura padecida en Argentina durante los años del 1976 al 1983 del siglo pasado.
Esta semana durante un acto organizado en la Legislatura de Buenos Aires, Villarruel calificó a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de ser un "personaje siniestro" y pretendió así olvidar a las más de 30 mil víctimas asesinadas o desaparecidas en siete años de dictadura.
Esta no es la primera ocasión en que la compañera de fórmula de Javier Milei arremete contra Carlotto y su compañera de lucha, Hebe de Bonafini.
En 2020 cuando Villarruel declaró como experta en un juicio en Tucumán atacó a referentes de la lucha por los derechos humanos.
En ese momento, la candidata convocó y organizó un homenaje a las presuntas víctimas de las guerrillas de izquierda en la década de 1970 en Argentina.
Con este acto pretendió reabrir el debate por la violencia armada y su confrontación con la última dictadura militar.
Las organizaciones de izquierda rechazaron este evento, y acusaron a la candidata "libertaria" de querer reinstalar la "teoría de los dos demonios", la cual intenta equiparar la violencia de los grupos guerrilleros con el terrorismo de Estado.
Acompañando a la aspirante en el acto, estuvo también la diputada de la Ciudad de Buenos Aires, Lucía Montenegro, y tres familiares de víctimas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), organizaciones de izquierda que actuaron en Argentina durante la década de los setenta.
Según, Villarruel, “no le consta” que las cofundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo fueran víctimas de la dictadura.
Por sus absurdos argumentos las organizaciones de izquierda la reconocen como una negacionista de esta época en la Argentina.
Desde Abuelas de Plaza de Mayo expresaron su repudio a los agravios y falacias que Villarruel vertió sobre la figura de Carlotto, y sobre el proceso de memoria, verdad y justicia construidas por la sociedad argentina en estos 40 años de democracia.
La denuncia de las Abuelas recuerda que los genocidas argentinos cometieron crímenes de lesa humanidad, aberrantes, perniciosos e imprescriptibles.