El objetivo del plan ferroviario de Estados Unidos es aislar a China
Expertos de China tienen dudas sobre la credibilidad y viabilidad del proyecto, pues no es la primera vez que Washington asume el compromiso con otros países y no cumple.
Al margen de la cumbre del G20, celebrada en Nueva Delhi, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció un plan para construir un corredor ferroviario y marítimo y unir a la Palestina ocupada con India, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y la Unión Europea.
Con dicha obra pretenden incrementar el comercio y la cooperación política entre las naciones involucradas. "El objetivo es aislar a China del Medio Oriente, pero no lo lograrán, señalaron expertos de la nación asiática, citados por el períodico Global Time.
De acuerdo con la publicación, los especialistas tienen dudas sobre la credibilidad y viabilidad de la propuesta, pues no es la primera vez que Washington asume compromisos con otros países y luego pierden impulso.
Para el investigador principal del Instituto Zhongyang de Estudios Financieros, Chu Rong, la Casa Blanca carece de verdadera intención y capacidad para cumplir su promesa de fortalecer la red de transporte en Medio Oriente.
Durante la administración de Barack Obama, la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció el patrocinio de la Nueva Ruta de la Seda, con inicio en Afganistán, y al final nunca se materializó.
Al parecer la administración Joe Biden está una vez más, involucrada en una política de bloques, reuniéndose para formar grupos anti-China, dijo el investigador.
Por su parte, el profesor del Instituto de Estudios de Medio Oriente de la Universidad de Shanghái, Liu Chongmin, describió las recientes medidas como una reacción por la fuerte presencia del gigante asiático en el mundo, y el plan ferroviario como "un gesto simbólico, nada más."
La decisión de centrarse en la infraestructura de transporte, área donde carecen de experiencia, busca salvar su influencia decreciente en la región, aseguró el experto.
La capacidad de Washington para intervenir con sus aliados está reducida, pues Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos actuarán con cautela en su relación con Beijing, en particular después de la reunión de los BRICS.