Comenzaron funerales de las víctimas del terremoto en Marruecos
La Unesco declaró que deben ser reconstruidas las escuelas y centros culturales destruidos.
En Marruecos comenzó este domingo el funeral de las víctimas del violento terremoto ocurrido el pasado viernes, el cual cobró la vida de dos mil 12 personas, cifra que debe aumentar con la continuación de las labores de búsqueda, según la televisión estatal de Rabat.
La provincia de Al Haouz, epicentro del fenómeno, fue la más afectada, con mil 293 fallecidos, seguida de Taroudant con 452 fallecidos.
En estas dos regiones, situadas al suroeste de la turística ciudad de Marrakech, el seísmo destruyó pueblos enteros.
Entre tanto, el Centro Sismológico Euromediterráneo (EMSC) registró un terremoto de magnitud 4,5 en la escala de Richter a 77 kilómetros al suroeste de Marrakech, una de las réplicas del sucedido antes.
Un gran número de marroquíes acuden a los centros de donación de sangre abiertos en varias ciudades del país, en respuesta al llamamiento de las autoridades sanitarias.
Al mismo tiempo, el director de la Oficina de la Unesco en los Países del Magreb, Eric Valdt, realizó una visita de dos horas a Marrakech y afirmó lo importante de preservar la vida humana ante una catástrofe como esta, pero también planificar de inmediato la siguiente etapa.
Esta incluirá la reconstrucción de escuelas y edificios culturales dañados por el terremoto. La urbe tiene muchos lugares incluidos en la lista del Patrimonio Mundial, aseguró el funcionario de la ONU.
El minarete de la Koutoubia (el edificio más simbólico) sufrió importantes daños, además de la destrucción casi completa del minarete de la mezquita Kharbouch, en la plaza Jemaa El Fna, y las murallas de la ciudad están afectadas en muchos lugares, informó Valdt.
En este contexto, los artistas franceses de origen marroquí expresaron su solidaridad y convocaron una campaña de donación bajo el título Marruecos en el corazón.
La ministra de Cultura de la nación, Rima Abdel Malik, manifestó su solidaridad y prometió estar junto al pueblo marroquí para reconstruir el antiguo patrimonio, dañado en grado extremo.