Resalta Congreso Nacional Árabe papel de Cuba ante Cumbre G77 y China
La agrupación emitió una declaración horas antes de iniciar en La Habana la Cumbre G77 y China.
Para el Congreso Nacional Árabe (CNA) la celebración de la cumbre del Grupo 77 y China en Cuba representa una victoria para esa isla caribeña tras varias décadas de bloqueo y sanciones.
De acuerdo con una declaración emitida horas antes de iniciar la cita de La Habana, el cónclave reconoció que este magno evento sucede a cumbres anteriores de los BRICS, el G20 y el encuentro ruso-africano, y confirma la transición del mundo hacia la etapa del sistema universal multipolar.
En ese sentido, pidió no separar el desarrollo económico de la independencia política y la lucha contra el racismo, por lo que se requiere apoyar los movimientos de resistencia en todas partes del mundo y lanzar una campaña global para romper el asedio y abolir las sanciones impuestas a los pueblos del mundo.
A pesar del carácter económico de esta cumbre, titulada “Retos actuales del desarrollo: Papel de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación”, sus dimensiones políticas no están ocultas a nadie, razón por la cual la OTAN y el Norte capitalista están deseosos de restringir y marginar el encuentro.
Según consideró el CNA, la participación de más de 130 países constituye una contundente victoria de Cuba a nivel diplomático y político, sobre todo después de todos los intentos fracasados de someter a la Revolución en términos de aislamiento, bloqueo, conspiraciones y guerras dirigidas con el objetivo de derrocarla y doblegar su voluntad.
Otro punto que incrementa la relevancia de esta cita es la presencia del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lo cual constituye un elemento importante para romper el cerco diplomático.
La reunión constituye además una importancia renovada para América Latina y refleja el ascenso de este continente en el camino hacia la liberación de toda hegemonía estadounidense.
Ese camino hacia la emancipación total está liderado por los presidentes de Brasil, Venezuela, Argentina y Colombia.
También encarna el regreso de África, levantándose de nuevo para completar su independencia y liberación del colonialismo occidental.
Esa región está representada en La Habana por varios altos líderes, especialmente de Sudáfrica, país que representa un símbolo de victoria sobre el odioso racismo.
El Grupo de los 77, establecido hace 59 años, representa una continuación del proceso del Movimiento de Países No Alineados, en cuyo lanzamiento los líderes árabes, como el presidente difunto Gamal Abdel Nasser, desempeñaron un papel importante en contra la sumisión a la voluntad colonial.
La celebración del foro supone un triunfo para el espíritu revolucionario de América Latina, cuya bandera levantaron grandes guías como Fidel Castro y Hugo Chávez, sin olvidar al rebelde Ernesto Che Guevara.
La participación de países conocidos por sus estrechas relaciones con Washington constituye otro mensaje sobre las condiciones cambiantes en muchos Estados cuyos líderes se han dado cuenta de que el camino más seguro para lograr el pleno desarrollo, pasa por adoptar una política que agrupe a las naciones en desarrollo por el equilibrio en las relaciones internacionales y vincular el crecimiento económico a un amplio grado de independencia política.
La bien elaborada organización de la cumbre, en medio de perfecta seguridad, cómoda y tranquilizadora para todos los líderes y delegaciones participantes, representa una respuesta directa a las campañas que han estado incitando contra la isla durante meses y alegando su fracaso... Es una victoria para Cuba en general y para el presidente Miguel Díaz-Canel.
Pero es muy desafortunado que no haya una presencia árabe significativa en esta cumbre, especialmente porque las cuestiones de desarrollo y ciencia conciernen directamente a nuestra gente.
Ello refleja que algunos de nuestros gobiernos no se percatan de la importancia del G 77 y China o bien por la tendencia de otros hacia los bloques del Norte bajo dominio estadounidense, consideró la agruación.
Formada por cientos de intelectuales y activistas bajo la bandera del Congreso Nacional Árabe en 1990, el colectivo espera con interés que la cumbre del Grupo de los 77 y China garantice en sus decisiones lo siguiente:
1. Basándonos en nuestra conciencia en la profundidad de la interrelación entre el desarrollo económico y la independencia política, pedimos que esta cumbre incluya decisiones para apoyar todos los movimientos de liberación, independencia y resistencia en el mundo contra el colonialismo y la hegemonía, especialmente en Palestina, donde su pueblo resiste todas las formas más severas de racismo, fascismo y colonialismo.
2. Que la cumbre lance una campaña global para romper el asedio impuesto a muchos pueblos del mundo, especialmente en nuestro mundo árabe, en Siria, Líbano, Yemen y otros, considerando el asedio un crimen contra la humanidad y una flagrante violación de derecho internacional y los derechos humanos.
3. Establecer fondos especiales para la reconstrucción de los países en desarrollo afectados, ya sea por desastres naturales, como es el caso de Marruecos y Libia, o por guerras devastadoras en otros países, como es el caso de Siria, Líbano, Yemen y Libia, dado que restablecer la recuperación económica de estos países contribuye a abordar muchas de las deficiencias del desarrollo en general, a nivel regional e internacional.
4. Esforzarse por iniciar diálogos internos entre los países en conflicto, por un lado, y entre sí, de una manera que garantice la seguridad, la estabilidad, la participación y la unidad nacional, y todos los cuales son factores necesarios para lograr el desarrollo económico de los mismos y para el mundo entero.
5. Prestarle al tema del clima, el calentamiento global y las cuestiones ambientales la atención que merece, especialmente a la luz de los peligros que amenazan a la humanidad ante la insistencia de las fuerzas capitalistas en continuar con su política que solo se preocupa por sus ganancias e intereses directos, incluso si eso es a expensas de toda la humanidad.
En conclusión, la cumbre de La Habana es históricamente importante y representa una victoria más del pueblo cubano.