El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) consideró a Gaza como un cementerio para miles de niños palestinos, en referencia a la agresión de "Israel" contra el enclave costero por cuarta semana consecutiva.

De acuerdo con el portavoz del organismo, James Elder, desde los primeros días de las hostilidades, el Fondo expresó su opinión sobre la necesidad de un alto al fuego humanitario inmediato y el flujo de ayuda.

Como muchos otros, "hemos pedido el fin de la matanza de los infantes", reclamó, pues las graves preocupaciones por el número de niños asesinados (decenas, luego cientos y finalmente miles) son una realidad en sólo dos semanas.

Según el vocero, los informes hablan de más de tres mil 450 niños fallecidos, pero la cifras aumentan significativamente cada día.

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También manifestó que las amenazas van más allá de las bombas y los proyectiles de mortero, pues hay más de un millón de infantes que también sufren una crisis de agua.

En estos momentos la capacidad de disponibilidad de agua de Gaza es sólo el cinco por ciento de la habitual en un  día, apuntó.

A popósito, indicó que las muertes debido a la sequía, especialmente de bebés,  representan una amenaza creciente.

En este sentido, agregó que antes de esta última escalada, más de 800 mil, tres cuartas partes del  total en la Franja, fueron identificados como necesitados de salud mental y apoyo psicosocial, y 1,1 millones de pequeños viven una pesadilla.

Según el funcionario de Unicef, es necesario la apertura de todos los cruces, para un acceso seguro, sostenible y sin obstáculos a la ayuda humanitaria, incluidos agua, alimentos, suministros médicos y combustible.