En los laterales de una cancha de fútbol, y luciendo los colores del escudo blanco, negro, rojo y verde, dos miembros del club Palestino, de la primera división de Chile, expresaron su tristeza por la situación en la Franja de Gaza. 

Durante el intercambio, el mediocampista central Carlos Agustín Farías compartió sus experiencias personales tras visitar la región en 2016.

Recordó que la vivencia de estar allí fue muy diferente a lo imaginado y deseó que la actual crisis de violencia llegue a su fin. 

“Yo tengo la suerte hoy de poder descansar bien, todas las noches, dormir bien y hay gente que no lo puede hacer. Entonces eso a mí me pone muy mal, sinceramente”, comentó. 

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Asimismo, hizo un llamado a solucionar el conflicto, “no sé de qué manera, porque no estoy ahí, pero solo pido eso, ya falleció mucha gente, muchos niños”, afirmó.

Por su parte, el actual director del equipo, el exfutbolista Pablo Sánchez, subrayó la importancia de representar no solo a los hinchas presentes a diario en el estadio, sino también a las personas de la Franja de Gaza y Cisjordania.

Reconoció que la nación del Levante vive un momento delicado y, con el paso del tiempo, aprendió a amar y conocer un poco más sobre su historia.

Hace más de un siglo, varios inmigrantes exiliados en su mayoría de la invasión otomana, fundaron esta agrupación deportiva con la intención de fortalecer los lazos de una comunidad en la diáspora. 

Según los historiadores, los primeros palestinos arribaron al país austral a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. 

Una nueva oleada llegó a partir de 1948 tras la Nakba (catástrofe), como es conocido el desplazamiento forzado por el avance de la ocupación israelí.