Las fuerzas de ocupación israelíes irrumpieron la madrugada del viernes en varios puntos de Naplusa, en la Cisjordania ocupada, e hicieron explotar las residencias de las familias de los prisioneros Hamed Kayed Sabbah y Ziyad Jibril al-Safadi, en la aldea de Awarta.

Fuentes locales informaron que un destacamento militar israelí, acompañado por una excavadora, irrumpió en la localidad, rodeó las viviendas y forzó la evacuación de la familia y las casas vecinas, para posteriormente volar el inmueble.

Además, bombardearon un sitio en la calle Amman y otro en el campamento de refugiados de Balata, al este de Naplusa.

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El ejército israelí previamente allanó el consejo del pueblo y varias viviendas, para luego detener a tres ciudadanos.

La demolición de las viviendas de los mártires y prisioneros forma parte de la política de "castigo colectivo" adoptada por las autoridades israelíes, en una clara violación del derecho internacional humanitario y la Cuarta Convención de Ginebra.

Las fuerzas de ocupación mantienen sus incursiones y arrestos en Cisjordania y Jerusalén Oriental. Mientras tanto, el asedio militar a Yenín y su campamento trasciende por cuarto día consecutivo.

Según las instituciones para los derechos de los prisioneros, la ocupación detuvo a decenas de palestinos en Cisjordania y los trasladó a los servicios de seguridad para investigarlos por presunta implicación y participación en actos de resistencia.