Aumenta ira de familias de detenidos israelíes hacia su gobierno
Las familias de los prisioneros marcharon hacia la entrada de la sede del Ministerio de Seguridad y del Estado Mayor en “Tel Aviv” y cerraron las carreteras, tras la muerte de tres prisioneros por fuego del propio ejército israelí durante su incursión en el este de la ciudad de Gaza.
Las familias de los prisioneros israelíes en Gaza marcharon hacia la sede del Ministerio de Seguridad en “Tel Aviv” para condenar la muerte de tres detenidos por el propio fuego del ejército durante su incursión al este del territorio sitiado.
Con anterioridad, miles de parientes de los retenidos convergieron en la calle Kaplan para exigir su regreso y la conclusión de un acuerdo de intercambio de prisioneros con el movimiento Hamas.
También amenazaron con iniciar una huelga de hambre por la negativa del primer ministro de ocupación, a reunirse con ellos, según el periódico israelí Yedioth Ahronoth.
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De acuerdo con la publicación, los indignados acusaron a Netanyahu de trabajar para dividir sus filas y no responder a sus demandas.
Por otro lado, otros medios locales informaron sobre la crisis de confianza y los desacuerdos en los niveles de toma de decisiones políticas y militares sionistas en el contexto del fracaso del 7 de octubre.
Jerusalem Post calificó la situación actual al interior de la entidad israelí como al borde de un "terremoto político".
La confianza de “Israel” en sí mismo quedó dañada y su sensación de seguridad disminuyó después de los acontecimientos del 7 de octubre, precisó.
También consideró la creciente ira hacia el gobierno por la negativa de los ministros y miembros de la Knesset a aparecer en público y visitar a los heridos en los hospitales.
Según Jerusalem Post, será imposible para el primer ministro Benjamín Netanyahu ignorar esta ira, la cual explotará en una avalancha de protestas y manifestaciones cuando la intensidad de los combates en Gaza disminuya y los soldados de reserva regresen de los enfrentamientos.
Los fracasos del 7 de octubre conducirán al fin del largo control del Likud en el poder, indicó.
Conforme a una encuesta realizada por un centro de investigación en "Tel Aviv", el 44 por ciento de la población participaría en las manifestaciones si estallara una ola de protestas después de la guerra para responsabilizar a los niveles político y militar.
La víspera, diversos medios de comunicación revelaron la disputa ocurrida el lunes entre el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, y el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevy, al punto de gritarse entre ambos durante la sesión del gabinete.