EE.UU: Cuesta mucho abatir aviones no tripulados yemenitas en mar Rojo
La armada de Yemen lanzó drones con un costo entre mil y dos mil dólares cada uno, mientras los buques de guerra estadounidenses dispararon misiles antibalísticos de corto alcance para derribarlos, con un costo de más de 11 millones de dólares cada uno.
En las últimas semanas, Estados Unidos desplegó más potencia de fuego militar en el mar Rojo que en cualquier otro momento de las últimas décadas, según informaron fuentes del Pentágono al diario The Times.
Según las fuentes citadas, Washington busca evitar que la crisis en esa vía marítima se convierta en una guerra regional y arrastre a Arabia Saudita e Irán al conflicto.
El Pentágono insistió en que su propósito no es iniciar un conflicto armado con Saná, pero convocó a un decena de países en defensa de los barcos de su aliado "Israel", bajo fuego de misiles y drones disparados desde Yemen como respuesta a la agresión sionista contra la Franja de Gaza.
Mientras los yemenitas lanzan drones con un costo entre mil y dos mil dólares cada uno, los buques de guerra de la armada estadounidense procuran derribarlos con armas muy caras, como los misiles antibalísticos de corto alcance Standard SM-3, que cuestan más de 11 millones de dólares cada uno.
Estos gastos son absorbidos por el Pentágono, según The Times, porque EE.UU. considera que la alternativa sería una guerra mucho más amplia, y eso requeriría un aumento significativo de los fondos de un presupuesto bajo presión por su inistencia en respaldar a "Israel" y Ucrania en sus respectivas guerras.
El grupo de ataque del portaaviones USS Dwight D Eisenhower, ahora en el golfo de Adén, y el USS Laboon, un destructor adicional de misiles guiados que acaba de llegar al mar Rojo, pretenden desempeñar un papel clave si el presidente estadounidense Joe Biden decide lanzar ataques de represalia contra objetivos yemenitas.
Según Washington, es legítimo derribar los drones y misiles yemenitas, al costo que sea, para evitar que alcancen a la navegación comercial, aún cuando el Gobierno de Saná reiteró muchas veces que sólo apunta a barcos israelíes o con destino a sus puertos, luego de advertirles de respetar el bloqueo naval declarado hace varias semanas.
A juicio de The Times, el mar Rojo y el Canal de Suez se convirtieron en zonas peligrosas para los portacontenedores y otros buques mercantes, y todas las grandes compañías navieras decidieron desviar su ruta alrededor de África.
Las opciones de tránsito alternativas son mínimas debido a las continuas condiciones de sequía que afectan el nivel de agua del Canal de Panamá.
La Marina estadounidense tiene tres destructores cerca del estrecho de Bab al-Mandab, entre el mar Rojo y el golfo de Adén: el USS Carney, el USS Mason y el USS Thomas Hudner, los cuales reportaron disparos para interceptar misiles de crucero, misiles balísticos de corto alcance y un gran número de drones armados Shahed de fabricación iraní.
El fin de semana, el USS Carney derribó 14 drones lanzados desde zonas de Yemen controladas por Saná.
En el marco de la Operación Guardián de la Prosperidad, liderada por la armada estadounidense, esperan la participación de hasta 19 naciones, pero entre los países del Golfo, sólo Bahréin, país anfitrión de la quinta flota estadounidense, respondió al llamado.