El peligro de morir de hambre es ahora una realidad en Gaza, declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) e instó a la entrega rápida y segura de ayuda humanitaria a todos los niños y familias en el territorio.

Previo a este anuncio, informó sobre la muerte de varios menores por inanición en el enclave sitiado.

Esta ayuda no llega al norte de Gaza, donde la población enfrenta condiciones difíciles y sufre la pérdida casi total de acceso a alimentos.

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Más de 1,8 millones de desplazados están amenazados en cuanto a la seguridad alimentaria, agua, medicamentos y experimentan condiciones precarias de vida y refugio, según denunció el Gobierno gazatí. 

También advirtió a las instituciones internacionales, organizaciones y entidades de su complicidad en la aplicación de políticas de hambre y sed contra el pueblo palestino, y les pidió asumir su papel de manera efectiva y real.

De acuerdo con la oficina de información, miles de toneladas de ayuda se acumulan desde hace semanas en el lado opuesto del cruce fronterizo de Rafah, enviadas por decenas de países en medio de la continua agresión israelí.

Además, señaló en un comunicado que la demora en la llegada llevó al deterioro y vencimiento de alimentos e insumos y exigieron su entrada inmediata y urgente al territorio, donde la situación es catastrófica y no soporta más demoras y evasivas.