El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció la liberación de la ciudad de Márinka, ubicada en la República Popular de Donetsk.

Según el titular, el hecho alejó la artillería de las Fuerzas Armadas de Ucrania y permitirá una defensa más efectiva contra posibles ataques.

También afirmó que las tropas de Kiev convirtieron el territorio en una fortificación con pasos subterráneos durante nueve años.

"De hecho, en cada calle (crearon) instalaciones bien fortificadas y bastante protegidas de todos los ataques, tanto desde el aire como de artillería de campo; puestos de fuego a largo plazo”, señaló. 

Por su parte, el presidente Vladímir Putin afirmó que los militares participantes en la acción de la urbe merecen condecoraciones estatales.

Hizo hincapié en que uno de los aspectos positivos de este éxito consiste en la oportunidad de alejar a las unidades enemigas.

Hace casi dos años, Moscú lanzó el operativo militar en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por el Kremlin como Estados soberanos, para bridar apoyo ante las agresiones.