Banco de piel de “Israel”, el mayor del mundo
La idea de establecer una reserva del tejido humano surgió tras la Guerra de 1973 contra Egipto y Siria.
Los informes de la Comisión de Trasplantes de la Unión Europea, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, revelaron la marcada reticencia de la población de “Israel” a la hora de donar órganos.
En contraste, la entidad sionista alberga el banco de piel más grande del mundo, entonces, ¿cómo surgió ese sitio y cuál es su legitimidad ética?
Origen del ultraje
Según los reportes de “Tel Aviv”, la idea de establecer una reserva del tejido humano surgió tras la Guerra de 1973 contra Egipto y Siria, con el propósito de atender las quemaduras sufridas por los soldados.
Más tarde, las fuerzas de ocupación requirieron el respaldo de la autoridad rabínica y comenzaron su proyecto en 1985.
Durante las intifadas palestinas, el Instituto Médico-Legal de las fuerzas coloniales en Jerusalén fue el principal proveedor de esos restos.
Al decir de la doctora israelí y experta en antropología, Meira Weiss, el ejército extrajo los órganos mediante un proceso que requería la autopsia de los prisioneros de la tierra levantina.
De cuando reconocieron los hechos…
En marzo de 2014, la directora del Banco de Piel, Malka Shaout, reveló la existencia de una reserva de ese material superior a la de los centros de Estados Unidos.
Cuando le preguntaron sobre el porcentaje de donantes, respondió: "Esta es una pregunta extraña... la proporción es muy baja... casi no hay".
Al comparar la fecha de establecimiento de la institución en 1985 con el fenómeno de traer trabajadores extranjeros durante la década de 1990, es posible inferir que la creación tuvo como base a los legítimos herederos de esas tierras, pues los obreros de otros países llegaron luego.
La especialista Weiss así lo reconoció: "Mientras trabajé allí, se extrajeron órganos, y además de todas las tareas encomendadas al Instituto Forense".
"Hablé con el director del Instituto Médico-Legal, y le dije que lo presionaron para ser una fuente de suministro, pero se negó y luego fue despedido", afirmó.
El periodista Guy Meroz describió ese proceso durante una investigación del Canal Diez como "la evidencia más sólida del uso extendido de partes extraídas de individuos que ya no pueden hacer oír su voz".
Sobre sus cuerpos
Desde 1996 y hasta 2022, en el Instituto Abu Kabir de Medicina Forense de “Tel Aviv”, Weiss presenció la fragmentación de partes de cuerpos de palestinos, sin el consentimiento o compensación a los familiares.
En su libro Sobre sus cadáveres, la científica narró ese proceso: "No entregaban los fragmentos a menudo, pero eran sacados de la zona trasera de una manera que solo los médicos especializados podían notar".
Todo eso lo avalaban en una decisión del Tribunal Supremo de “Israel” de permitir a los comandantes retener los cuerpos de los mártires.
La ocupación también pretendió crear un estado de disuasión y ocultar las características de tortura que afectaron a los prisioneros debido a la continua violencia física dentro de las cárceles.
El 27 de diciembre de 2023, el Gobierno de Benjamín Netanyahu entregó a cuadros médicos de la Franja de Gaza y de las Naciones Unidas, un contenedor con 80 cuerpos envueltos en bolsas de plástico azules, en el cruce de Karm Abu Salem.
Tras el examen, la oficina gubernamental de Información de Gaza notó un claro robo de órganos vitales.
Desde el 7 de octubre, el régimen sionista lanzó una agresión contra la Franja de Gaza, que cobró la vida de miles de civiles y dejo a más de 50 mil heridos.