Exigen retirada ahora de fuerzas de EE.UU. de Irak y Siria
Los soldados son y siguen siendo objetivos fáciles al alcance de los grupos opuesto a su presencia; mientras, los bombardeos estadounidenses en Siria e Irak no disuadieron a la Resistencia.
La presencia de alrededor de tres mil 400 soldados de Estados Unidos en Siria e Irak podría convertirse en la causa del encendido de la lucha en Medio Oriente.
De acuerdo con un artículo del sitio Responsible Statecraft, el ataque de aviones no tripulados de la semana pasada, que resultó en la muerte de tres uniformados norteamericanos en un puesto cerca de la frontera sirio-jordana, lleva a un aumento de la intervención militar de Washington en la región en lugar de reducirla.
Bajo el título "Retiren las fuerzas estadounidenses de Irak y Siria ahora", la publicación abordó la presencia de las tropas norteamericanas en estos dos países y las opciones de la Casa Blanca después de las operaciones de la Resistencia contra sus enclaves.
Según el medio, es lamentable y contradice fuertemente las afirmaciones de la anterior administración de Joe Biden de considerar seriamente la retirada de la mayoría de sus tropas de Irak y Siria.
La semana pasada, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, sugirió que la revisión estadounidense conjunta en Irak podría llevar a retirar algunas fuerzas; en tanto, otros informes indicaron discusiones dentro del gobierno sobre la posibilidad de la salida de las tropas en Siria.
Para el sitio, no está claro por qué la administración de Biden eligió abordar la cuestión de la retirada de estas fuerzas después de esperar durante años.
En este sentido, mencionó la escalada de la violencia regional como resultado de la brutal agresión israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza, y la ira asociada contra Washington por su apoyo al ente de ocupación.
Desde el inicio de la agresión israelí, las instalaciones militares estadounidenses en Irak fueron atacadas más de 60 veces y las ubicadas en Siria más de 90 veces.
Las acciones a las bases norteamericanas destacaron los costos y riesgos del despliegue estadounidense, que no se miden en ningún beneficio positivo que pueda lograrse, reconoció.
En este punto, subrayó que los soldados son y siguen siendo objetivos fáciles al alcance de los grupos opuesto a su presencia; mientras, los bombardeos estadounidenses en Siria e Irak no disuadieron a la Resistencia.
Todo esto desvía la misión original de la estancia militar norteña relegándola a la protección de su propia presencia como la principal preocupación del gabinete de Biden.
El último ataque es solo parte de una serie de riesgos asociados con las políticas de los sucesivos gobernantes estadounidenses, que no difieren de la administración Biden que promete venganza contra los atacantes en lugar de evaluar su presencia en la región, agregó.
La administración Biden se ve impulsada actualmente a abandonar cualquier idea que tenía sobre la retirada de sus fuerzas de Medio Oriente por temor a mostrar debilidad luego de las críticas inevitables de los opositores políticos internos.
A criterio del medio, la justificación oficial estadounidense para la presencia en ambos países es "impidir el resurgimiento de ISIS", aunque la realidad es diferente y mucho más amplia.
Estados Unidos siente una propiedad especial en Irak que mantiene desde su ocupación en 2003, y quiere competir con Irán e igualar su influencia en la región, refirió.
Respecto a ISIS y a cualquier grupo terrorista, la principal preocupación de la Casa Blanca no debe ser cómo afecta algunos conflictos locales, sino sus riesgos para los intereses estadounidenses, ya sea en el país o en el extranjero.
En ese sentido, la lección más importante probada una y otra vez con otros grupos terroristas es que la ira por la presencia militar extranjera en cualquier país suele ser el principal impulsor de los ataques, inidicó.
De acuerdo con Responsible Statecraft, se ha mantenido a ISIS debilitado debido a la resistencia local y la oposición popular en Irak y Siria a los métodos brutales que mostró en su pretendido estado.
El mérito de debilitar a ISIS también se atribuye en gran parte a los esfuerzos de las fuerzas militares y de seguridad respaldadas por Irán en ambos países, siendo las contribuciones estadounidenses y extranjeras a esto solo parciales, añadió.
Ante este panorama, Irán constituye un actor principal en la caída del "califato de ISIS", y el enfrentamiento es un interés común para la República Islámica y Estados Unidos, como se evidenció en el intercambio de información reciente en el ataque terrorista en la ciudad de Kerman.
Sería del interés de Estados Unidos que Irán continuara llevando el peso pesado para frenar a ISIS, como lo está haciendo, para evitar pérdidas significativas de Washington, concluyó.