Funcionarios de EE.UU. y Europa firmaron carta contra apoyo a "Israel"
Unos 800 empleados públicos de varios países expresaron su preocupación por las actuales políticas de sus gobiernos y su contribución al genocidio y otros crímenes de guerra cometidos por la entidad ocupante en Gaza.
Más de 800 funcionarios en Estados Unidos, Reino Unido y otros países de Europa emitieron un documento conjunto de oposión al apoyo de sus gobiernos a "Israel", por considerarlo una contribución a la limpieza étnica y el genocidio cometido en Gaza.
Según el periódico The New York Times, es la primera vez que trabajadores públicos de naciones aliadas transatlánticas criticaron de manera abierta y unánime a sus gobernantes por las decisiones respecto a la guerra en Gaza.
En la organización de este esfuerzo participaron funcionarios actuales y de etapas anteriores, quienes invocaron su deber de ayudar a mejorar las políticas y trabajar por los intereses de sus países.
De acuerdo con el mensaje, los firmantes están convencidos de la necesidad de "cambiar de dirección" respecto a la guerra, porque las políticas actuales debilitan la posición moral de sus gobiernos y socavan su capacidad para defender la libertad, la justicia y los derechos humanos a nivel mundial.
A criterio de estas personas, existe un riesgo razonable de contribuir con las decisiones actuales a graves violaciones del derecho internacional humanitario, crímenes de guerra e incluso limpieza étnica o genocidio.
El documento no incluye nombres de los involucrados porque temen represalias, explicó uno de los organizadores de la iniciativa, exfuncionario del Departamento de Estado norteamericano durante más de dos décadas.
Según esta fuente, alrededor de 800 funcionarios actuales aprobaron la carta, distribuida con discresión entre el personal a nivel nacional en varios países.
El esfuerzo reveló cómo las políticas pro-israelí entre los líderes estadounidenses, británicos y europeos provoca rechazo de muchos funcionarios públicos, incluidos quienes implementan las políticas exteriores de sus gobiernos.
A mediados de enero, manifestantes estadounidenses organizaron una marcha de protesta en Manhattan para exigir el fin de la agresión contra Gaza, y levantaron ataúdes cubiertos con banderas palestinas.
Por otra parte, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, confirmó este jueves el desarrollo de conversaciones con otros estados miembros de la Unión Europea (UE) para revisar el Acuerdo de Asociación con "Israel", en tanto el gobierno sionista puede haber violado su cláusula relacionada con los derechos humanos.
También reconoció el interés de otros miembros de la UE de apoyar un reconocimiento conjunto de un Estado palestino al finalizar la guerra actual en Gaza.
A su vez, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, calificó de "peligrosa" la situación en Medio Oriente, y subrayó como objetivo de su país "garantizar que la crisis en la región esté contenida" y evitar su expansión más allá de la Franja de Gaza.
Las declaraciones de Austin siguieron a las del presidente Joe Biden, quien reiteró que Washington no pretende expandir el conflicto en la región tras el ataque a la base estadounidense en Jordania.