Destrucción del sistema sanitario de Gaza es un crimen de guerra
Hasta el 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud informó de 342 ataques relacionados con la atención sanitaria en Gaza, que provocaron cientos de muertos y heridos.
La destrucción por parte de "Israel" del sistema de salud de Gaza es un crimen de guerra flagrante que debería ser procesado directamente por la Corte Penal Internacional (CPI), publicó la revista estadounidense Foreign Policy.
De acuerdo con el medio, mientras las fuerzas israelíes bombardean y asedian Gaza crean una necesidad urgente de atención médica entre los civiles y al mismo tiempo le niegan el acceso a ella.
La publicación subrayó que atacar el sistema sanitario logra poco desde el punto de vista militar y solo amplifica el número de muertes y el sufrimiento causado por los bombardeos indiscriminados.
Estas agresiones desacatan el objetivo central del derecho internacional humanitario de aliviar el sufrimiento de los civiles y suelen ser un presagio de atrocidades más amplias en el futuro, apuntó.
Los ataques israelíes a la atención sanitaria comenzaron inmediatamente después del 7 de octubre; solo en las primeras 36 horas, el ejército sionista atacó el Hospital Indonesio en Beit Lahia, el Hospital Nasser en Khan Yunis y el Hospital Al-Quds en la ciudad de Gaza, causando la muerte de seis trabajadores.
Para el 24 de noviembre, 30 de los 36 hospitales de Gaza habían sido bombardeados, muchos de ellos repetidamente, incluso mientras el personal médico, los pacientes y los civiles permanecían en el interior.
Además de las clínicas, las fuerzas israelíes agredieron ambulancias, convoyes de ayuda médica y vías de acceso.
Hasta el 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud informó de 342 ataques relacionados con la atención sanitaria en Gaza, que provocaron cientos de muertos y heridos.
En este momento, todos los hospitales de Gaza están dañados, destruidos o fuera de servicio debido a la falta de combustible; sólo 13 funcionan parcialmente.
La asombrosa cifra de más de 67 mil heridos en la Franja no toma en cuenta las consecuencias de la atención rutinaria que se le niega a la población civil, como es el caso de las vacunas infantiles y el tratamiento del cáncer y la diálisis.
Por esta situación la esperanza de vida para los gazatíes es 10 años menos y las tasas de mortalidad neonatal, infantil y materna casi cinco veces mayor que sus vecinos más cercanos.
El medio recordó que los ataques a la atención sanitaria fueron fundamentales para la dispersión forzada de 14 millones de personas en Siria entre el 2011 y 2023.