Primer ministro israelí renuente a demandas de Hamas en negociaciones
La intransigencia del premier sionista genera cada vez más rechazo entre sus propios seguidores, quienes cuestionan su manera de accionar en Gaza y el frente norte sin previa consulta con el resto del gobierno.
El primer ministro del gobierno de ocupación, Benjamín Netanyahu, ratificó a la prensa este sábado su postura renuente frente a las demandas de Hamas en las negociaciones, porque significarían "la derrota de Israel”.
Por esa razón, continuará su guerra hasta lograr su anhelada “victoria absoluta”, y para ello necesitan la operación militar en Rafah.
"Israel" no se someterá a los dictados internacionales en aras de un futuro acuerdo con los palestinos, aseguró el gobernante.
En su criterio, ya respondió a la petición del presidente estadounidense, Joe Biden, de enviar una delegación a El Cairo, y no vió "ningún cambio en las negociaciones", y sin cambio a su favor no aceptará ningún acuerdo.
Por muchas razones, insistió Netanyahu, se reserva el derecho a decir "sí" y "no" a los estadounidenses cuando él quiera.
Mientras, en "Tel Aviv" y otras ciudades de la Palestina ocupada decenas de miles de colonos organizan manifestaciones contra Netanyahu y la política de su gobierno hacia Gaza.
Estas protestas exigen dar prioridad a las vidas de los prisioneros israelíes en poder de la Resistencia, y ante la falta de confianza en el gobierno, pidieron la celebración de elecciones anticipadas.
Las acciones del premier extremista durante la guerra en Gaza y las decisiones tomadas sin consultar al "gabinete de guerra" llevaron a dos de sus miembros, Benny Gantz y Gadi Eisenkot, a amenazar con desmantelar esa estructura bélica.
Hay un agravamiento de las diferencias dentro del gobierno de la ocupación, al constatarse que tras cuatro meses de masacres y gastos en la Franja, sus tropas no cumplieron aún ninguno de los objetivos declarados para la incursión, sobre todo el regreso de los prisioneros y la eliminación de Hamas y sus capacidades.
En ese escenario, Netanyahu rehusó discutir la política respecto a Líbano durante la reunión del gabinete del pasado jueves.
Según reveleron dos fuentes familiarizadas con los detalles del encuentro al sitio web israelí Wallah, el premier acusó al gabinete de "sufrir una epidemia de filtraciones".
Durante la sesión, varios ministros plantearon la cuestión del frente norte y formularon preguntas sobre la política de respuesta seguida por el ejército israelí para controlar ese asunto.
El titular de Energía, Eli Cohen, comenzó con el pedido de una respuesta "más dura contra Hizbullah”, lo cual Netanyahu rehusó discutir siquiera mientras no pudiera calificarse de guerra la situación en el norte.
"La cuestión del Líbano sólo se discute en el gabinete de guerra, porque todo se filtra desde aquí", respondió a sus críticos al interior de su gobierno.