Militares de Reino Unido repudian nueva política de viviendas
El Ministerio de Defensa fue acusado de "traición total" por las esposas de muchos oficiales, en tanto el nuevo plan de alojamiento cambiará la asignación de viviendas basada en el rango por otra basada en el número de integrantes de la familia.
Un grupo de esposas de militares de Reino Unido inició una campaña para instar al gobierno a reconsiderar su nueva política de viviendas, con la cual muchas familias serán transferidas a hogares más pequeños.
Los oficiales y soldados suelen ser alojados con sus allegados en o cerca de las bases militares donde cumplen su servicio, y por la antigua política eran recompensados con residencias más grandes a medida que avanzaban en sus carreras.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa modificó esos criterios en todo el Ejército y la Armada, y a partir del próximo mes las viviendas se entregarán en función de cuántos hijos tenga el militar, no de su rango.
Con este nuevo sistema de Oferta de Alojamiento Moderno (MAO), los oficiales con familias más pequeñas verán reducido su espacio vital.
Tal decisión provocó rechazo sobre todo entre las familias de los policías, pues muchos son obligados a reubicarse por todo el país cada dos o tres años y tienen poco o ningún control sobre dónde residirán ese tiempo.
Según alertó la esposa de un capitán del Ejército al comité de defensa mediante testimonio escrito, con tales planes el gobierno verá afectado el contrato social de sus tropas, y bajarán las tasas de retención de las Fuerzas Armadas .
Muchos oficiales y sus familiares hicieron sacrificios personales y financieros durante 10 o 20 años, con tal de mantenerse en una vivienda más confortable, y por tanto consideran la nueva política una traición total.
Una petición de los cónyuges de los militares reunió 16 mil firmas, en busca de un reanálisis de esa política. El documento advierte que las misiones serían afectadas si la política sigue adelante.
El ejército británico experimenta importantes problemas de reclutamiento y retención, y el número de renuncias presentadas a las Fuerzas Armadas aumentó en más de una quinta parte a finales del año pasado.