La Oficina gubernamental de Información en Gaza responsabilizó a la administración de Estados Unidos, al ocupante israelí y a la comunidad internacional de la crisis humanitaria en Gaza.

En este sentido, enfatizó que el ataque sionista a civiles mientras esperaban obtener harina en la rotonda de Kuwait en la Franja de Gaza es un intento deliberado de agravar la hambruna.

Al respecto, exigió poner fin a la guerra de genocidio e introducir mil camiones de ayuda en cada una de las provincias de Gaza, especialmente en el norte.

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En este contexto, el portavoz de la Defensa Civil en el enclave sitiado señaló que la forma de entrega de los camiones y las condiciones para obtener la escasa ayuda son "humillantes".

Con anterioridad, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU llamaron a abstenerse de privar a los civiles en Gaza de servicios básicos y asistencia esencial para su supervivencia, de acuerdo con el derecho humanitario internacional.

Los representantes del Consejo expresaron su profunda preocupación por las estimaciones que sitúan a los 2,2 millones de habitantes de Gaza en niveles preocupantes de inseguridad alimentaria.

En este punto, instaron al gobierno israelí a mantener abiertos los cruces fronterizos para permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, facilitar la apertura de pasos adicionales para satisfacer ampliamente las necesidades humanitarias y apoyar la entrega rápida y segura de suministros de socorro a los civiles en toda la Franja.