Comunidad israelí niega uso de violencia sexual por parte de Hamas
El portavoz de la comunidad agrícola israelí kibutz Be'eri, Michal Paikin, desmintió las narrativas publicados por el diario estadounidense The New York Times en diciembre del año pasado, bajo el título "Gritos sin palabras".
El portavoz de la comunidad agrícola israelí kibutz Be'eri, Michal Paikin, negó los relatos sobre el uso de violencia sexual por parte del grupo de resistencia palestina Hamas el 7 de octubre pasado.
Paikin desmintió las narrativas publicados por el diario estadounidense The New York Times en diciembre del año pasado, bajo el título "Gritos sin palabras".
Además, dijo al sitio web de Intercept que, dos de las tres personas señaladas por el periódico no fueron en realidad víctimas de abuso sexual, pues solo sufrieron disparos.
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Igualmente, la otra presunta víctima de agresión sexual, conocida como la mujer de negro fue Gal Abdush, y sus propios familiares objetaron las alegaciones del diario estadounidense.
En este sentido, Intercept señaló que el rechazo de Paikin al informe del Times sobre el kibutz socava aún más la credibilidad del controvertido artículo.
También el portavoz cuestionó las alegaciones gráficas y muy detalladas del médico de las fuerzas especiales israelíes, que sirvió como fuente de la acusación publicada en el The New York Times, el Washington Post, CNN y otros medios de comunicación.
Incluso, el propio rotativo israelí Haaretz informó en un artículo de enero que “a la policía sionista le resulta difícil encontrar testigos oculares que confirmen que se cometieron agresiones sexuales el 7 de octubre.
En febrero pasado, expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas expresaron su profunda preocupación por la detención arbitraria de cientos de mujeres y niñas palestinas, entre ellas defensoras de derechos humanos, periodistas y trabajadores humanitarios, en Gaza y Cisjordania.
Denunciaron en su informe que las mujeres y niñas palestinas detenidas también fueron sometidas a múltiples formas de agresión sexual, como ser despojadas de sus ropas y registradas por oficiales varones del ejército de ocupación.
"Al menos dos detenidos palestinos fueron violados, mientras que otros fueron supuestamente amenazados con violencia sexual", repudió el texto.