Presidente de Cuba elogia resistencia creativa de las mujeres
En la clausura del XI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, el mandatario Miguel Díaz-Canel amplificó la enérgica condena de sus compatriotas al genocidio cometido por "Israel" contra el pueblo palestino, y sobre todo contra sus mujeres y niños, con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos.
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Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez interviene en la clausura del congreso de las mujeres cubanas.
El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, elogió la resistencia creativa de las mujeres de la isla caribeña y su capacidad de enfrentar sin miedo los momentos más duros de una nación “curtida en la dificultad, sin perder la ternura".
Su discurso, pronunciado en la clausura del XI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), amplificó la enérgica condena de sus compatriotas al genocidio cometido por "Israel" contra el pueblo palestino, y sobre todo contra sus mujeres y niños, con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos.
El también Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba agradeció la alegría y el amor de hijas, madres y abuelas cubanas, jamás apagado "por el odio del vecino poderoso y cobarde", en referencia al Gobierno de los Estados Unidos.
Asimismo, elogió las historias personales y colectivas sobre empoderamiento económico en defensa del desarrollo sostenible, la participación en la producción de alimentos y en la defensa de la soberanía alimentaria, el trabajo comunitario y el patriotismo de las representantes de la FMC en todo el archipiélago.
Díaz-Canel declaró a sus coterráneas "vencedoras de imposibles", e inspiradoras de la revolución para ganarle al bloqueo con el talento, trabajo y esfuerzo de las cerca de cuatro millones de federadas.
No obstante, reflexionó, muchas de esas buenas experiencias son aún excepciones, y es necesario multiplicarlas y convertirlas en regla.
Cero tolerancia y discriminación
El máximo dirigente cubano valoró el cambio cualitativo en las luchas de las mujeres en muchos países, donde, sin embargo, "persisten la discriminación y diversas formas de violencia hacia ellas, para vergüenza de la humanidad toda, sin solución en las sociedades capitalistas".
Al mismo tiempo, compartió una breve reseña de cómo se estableció la fecha del 8 de marzo para reivindicar las demandas de las trabajadoras, a partir del reclamo de las líderes socialistas de inicios del pasado siglo, inspiradas en el martirologio de las 129 obreras textiles quemadas vivas en una fábrica de Nueva York en 1908.
De igual modo, discursó sobre el apoyo brindado por la revolución desde el triunfo de 1959 al desarrollo de las cubanas dentro de un modelo inclusivo sustentado en la igualdad y la justicia social; sobre todo a partir de la fundación de la FMC, el 23 de agosto de 1960.
"No es casual que Cuba fuera el primer país en firmar, y el segundo en ratificar, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, con lo cual asumió el compromiso, como Estado Parte, de cumplir con esa importante norma jurídica internacional de carácter vinculante", recordó.
En un repaso por la obra de la organización de masas en estas más de seis décadas, el presidente subrayó el rol trascendental de la mujer en la sociedad, "ganado a base de esfuerzo, ejemplo y tesón", siempre a cargo de los mayores sacrificios, hasta "convertir en hazaña el esfuerzo cotidiano”, como dijera el líder Fidel Castro.
"La lógica de la construcción socialista con la revolución superó a la lógica del capitalismo en materia de emancipación de la mujer", aseguró.
Pero la irreversibilidad del proceso también pasa por el espíritu insatisfecho de la FMC, advirtió, mientras invitaba a las presentes a impulsar el Programa de Adelanto de la Mujer (PAM), para arrancar de raíz todos los vestigios de discriminación y violencia.
"No podemos quedarnos detenidos ni complacidos. ¡Hay mucho por hacer todavía!", convocó Díaz-Canel, y llamó a romper barreras culturales o esquemas mentales que aún menosprecian a la mujer o laceran sus derechos, su dignidad y su justo lugar en la sociedad socialista.
Enfoque de género y sensibilidad son la esencia del PAM, para evitar retrocesos en lo conquistado con las actuales transformaciones sociales y económicas, y en su desarrollo están comprometidos todos los organismos de la Administración Central del Estado y otras instituciones a todos los niveles, detalló.
Mencionó los avances legislativos tras esas proyecciones políticas, como la aprobación del Código de las Familias, el Código Penal, la Ley de Ejecución Penal, la Ley de Proceso Penal, el Código de Procesos, la Estrategia Integral de Prevención y la Atención a la Violencia de Género, y el Protocolo de actuación ante situaciones de discriminación, violencia y acoso en el ámbito laboral.
"Aunque el repudiable flagelo de la violencia contra la mujer no alcance en Cuba las expresiones brutales que se dan en otros países, los casos que aparecen con lamentable frecuencia resultan suficientes para indignarnos y actuar, para no permanecer expectantes, impasibles y tolerantes", enfatizó.
Sobre este particular, destacó la manipulación mediática de las cifras por parte de los enemigos de la revolución. Para el Estado cubano un solo caso resulta inaceptable, en tanto se trata de vidas tronchadas, u otras laceradas por la vigencia de un patriarcado incompatible con los principios de una sociedad socialista.
“Un solo nombre de mujer violentada debe ser suficiente para sentirnos indignados y actuar con energía a nivel político y legal”, alertó, porque esta no es la lucha de un día, “sino un propósito permanente”.
Denunció Díaz-Canel los intentos de las plataformas subversivas anticubanas de imponer la matriz de “feminicidio” en Cuba, para dar a entender una supuesta inacción estatal ante hechos violentos por razón de género.
Pero esa construcción mediática es ajena por completo a la realidad cubana, subrayó: “¡No puede haber impunidad en Cuba, mucho menos ante delitos motivados por cualquier tipo de discriminación y, ante todo, contra la mujer!”.
En materia de violencia basada en género, el Estado cubano suscribe la tolerancia cero, en especial cuando se trata de delitos mayores, y prueba de ello es que en 2023 los tribunales sancionaron a 61 asesinos de mujeres con penas superiores a los veinte años, y cinco sujetos cumplen privación perpetua de libertad.
Sin embargo, insistió en la urgencia de perfeccionar los sistemas de educación popular y familiar a nivel comunitario, con enfoque profiláctico y preventivo, para lograr la identificación oportuna de cada caso proclive a esa conducta, además de promover la condena de cualquier manifestación de violencia o discriminación.
Ética y preparación constante
Elogió asimismo las profundas y críticas discusiones sobre los problemas de la organización desde las comunidades base, como incentivo para revitalizar su labor en los 14 mil bloques y 82 mil delegaciones de base y rescatar el trabajo social "casa a casa, familia a familia, mujer a mujer".
Como prioridad para el trabajo preventivo, educativo y de atención social de la FMC, apuntó a las mil 236 comunidades identificadas en situación de vulnerabilidad en todo el país, hacia donde debe volcarse la sensible y generosa mirada de las mujeres cubanas.
De ese modo no quedarán atrás de las políticas públicas los jóvenes desvinculados del estudio y del trabajo, las personas con adicciones, las madres solteras con más de dos hijos o los ancianos desvalidos, a cuya atención debe volcarse la FMC, con apoyo de otras organizaciones barriales y los trabajadores sociales.
Tales metas requieren más preparación de sus dirigentes a todos los niveles, a tono con la formación martiana de sus fundadoras, de profunda vocación humanista, altruista y solidaria, ponderó.
En ese contexto, las invitó a reactivar la memoria afectiva de cada barrio, donde “palpita la más hermosa tradición femenina y late el principal desafío de las actuales generaciones de cubanas”.
Un reto de especial relevancia es sostener los principios desde las nuevas plataformas y medios de comunicación, advirtió.
En su valoración, la FMC necesita conectar con las muchachas en sus barrios, sus centros de estudio y trabajo, para garantizar su participación.
Para no ceder espacio a la rutina, el acomodamiento y la conformidad, "sean siempre una revolución, en el sentido semántico y político de esa palabra", invitó.
Díaz-Canel habló a las federadas de la ética como herramienta clave en el enfrentamiento al bloqueo impuesto por Estados Unidos, y en la búsqueda de un mayor grado de justicia social y la corrección de las distorsiones en la implementación de las medidas económicas en el país.
También resulta esencial para responder a tendencias negativas y fenómenos de corrupción e ilegalidad, alimentados por el enemigo histórico de la revolución con la esperanza de desencadenar un estallido social.
La magna cita contó con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la revolución junto a su hermano, Fidel Castro, y a su esposa, la fundadora y presidenta de honor de la FMC, Vilma Espín Guillot.
Al finalizar su discurso, Díaz Canel citó las palabras de aliento del General de Ejército en el Congreso anterior: “Más que nunca nos hace falta la fuerza y la moral de nuestras mujeres”.