Refugiados de Sudán en Chad enfrentan la propagación de hepatitis E
Informes internacionales advirtieron sobre el empeoramiento de la situación debido al deficiente saneamiento y la grave escasez de agua potable en los acantonamientos dispersos por la región de Wadi en Chad.
La hepatitis E comenzó a propagarse en los campamentos de refugiados en el este de Chad, donde residen más de 550 mil refugiados sudaneses.
Informes internacionales advirtieron sobre el empeoramiento de la situación debido al deficiente saneamiento y la grave escasez de agua potable en los acantonamientos dispersos por la región de Wadi en Chad.
Según el coordinador de la organización Médicos Sin Fronteras en Adré, Arnau Mondissier, tras el estallido de la guerra en Sudán la situación es cada vez más crítica para quienes buscaron amparo en Chad.
El país enfrenta un serio riesgo para la salud no solo para los sudaneses sino también para las comunidades de acogida, señaló.
También destacó que sin medidas urgentes para mejorar la infraestructura de saneamiento y garantizar el acceso de las personas a agua potable, la población corre el riesgo de ver un aumento en las enfermedades prevenibles y pérdidas de vidas innecesarias.
Al acercarse la temporada de sequía, abril y mayo de cada año, las altas temperaturas generarán demanda de agua, mientras disminuye el volumen de agua subterránea disponible.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas estará obligado a suspender la asistencia a unos 1,2 millones de refugiados sudaneses y otros afectados por la crisis en Chad si no recibe financiamiento de manera urgente, es especial ante la proximidad de la temporada de lluvias, acompañada con el corte de las carreteras hacia el este de Chad.
Los combates en Sudán dejaron miles de muertos y ocho millones de desplazados, según las Naciones Unidas.