Militares de Estados Unidos entrenan a milicias en la capital de Libia
Los analistas consideran que esto es parte de una estrategia estadounidense más amplia para enfrentar la creciente influencia rusa en todo el continente africano.
La empresa de Estados Unidos Amentum trabaja para profesionalizar los grupos armados en Trípoli como parte de su estrategia de seguridad en Libia, confirmó el sitio web Africa Intelligence.
El informe detalló que los miembros de la cmpañía contratista militar estadounidense llegaron a Libia en virtud de un acuerdo con el primer ministro saliente, Abdul Hamid Dabaiba, para proporcionar entrenamiento a varios grupos armados en la capital.
Los contratistas entrenarán a miembros de tres brigadas armadas específicas: la 444 dirigida por Mahmoud Hamzah, la 111 dirigida por Al-Zoubi y la 166 Brigada dirigida por Al-Hussan.
Según la publicación africana, se están coordinando esfuerzos de capacitación entre Amentum y el Departamento de Estado de los Estados Unidos con el objetivo de unificar las facciones armadas y asignarles la tarea de asegurar las fronteras y operaciones de desarme.
Al mismo tiempo, agregó que este trabajo no se lleva a cabo bajo los auspicios de el Comando África de Estados Unidos.
El informe destacó que el apoyo de Washington a estos grupos armados libios podría proporcionar un salvavidas político al asediado primer ministro Dabaiba, quien enfrenta llamados de muchos políticos libios para que renuncie y dé paso a un nuevo gobierno.
Dabaiba se ha aferrado al poder a pesar de su fracaso en celebrar elecciones como estaba previsto previamente para diciembre de 2021.
El texto reflexionó que esta intervención estadounidense en el sector de seguridad llega en un momento en que Washington expresa su preocupación por el apoyo del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a las fuerzas en el este de Libia.
Además, por la amenaza que representa el nuevo consejo militar en Niamey para la presencia militar estadounidense en el vecino Níger.
Los analistas consideraron que esto es parte de una estrategia estadounidense más amplia para enfrentar la creciente influencia rusa en todo el continente africano.
En agosto de 2023, la Cámara de Representantes y el Consejo Supremo de Estado de Libia denunciaron las hostilidades y los crímenes de secuestro que tienen lugar en Trípoli.
A través de un comunicado, llamó a todas las partes a detener las hostilidades de inmediato, recurrir al lenguaje de la razón y abrir corredores seguros que garanticen la seguridad de los ciudadanos y su libertad de movimiento.
El Consejo pidió a la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia defender una posición clara sobre el estado de caos, inestabilidad, armas desenfrenadas, combates y peligro para las vidas y propiedades de los ciudadanos y las instituciones estatales.
Por su parte, el enviado de la ONU para Libia, Abdullah Batili, expresó su preocupación por los acontecimientos en la capital e instó a todas las partes a detener la escalada de violencia y respetar las demandas del pueblo de paz y estabilidad.
Libia vive una escalada de crisis política con un conflicto entre dos gobiernos, uno encabezado por el exministro del Interior Fathi Bashagha, cuya confianza fue otorgada por la reunión del parlamento en Tobruk, el extremo oriental del país; y el segundo es el Gobierno de unidad nacional surgido de acuerdos políticos patrocinados por las Naciones Unidas y encabezado por Abdel Hamid Al-Dabaiba, que se niega a entregar el poder salvo mediante elecciones.