El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Sudán y presidente del Consejo de Soberanía de Transición, Abdel Fattah Al-Burhan, destituyó de su cargo oficial al ministro de Asuntos Exteriores designado, Ali Al-Sadiq.

De acuerdo con medios locales, Al-Burhan relevó de su cargo a los gobernadores de Kassala, Mohammad Mousa, y de Gedaref, Mohammad Abdul Rahman.

Fuentes confiables citadas reflejaron que la decisión de Al-Burhan de destituir al gobernador de Kassala responde a la escalada de disputas con el jefe del Consejo Supremo de Supervisores de Beja y Jeques Independientes, Sayyed Terek.

En una conferencia de prensa ofrecida el pasado martes, Terek anunció su negativa a implementar cualquier decisión emitida por Mousa, y a suspender toda forma de cooperación con el estado.

También pidió al gobierno central la destitución inmediata del gobernador, quien a su vez lo acusó de intrusismo en asuntos administrativos, y en particular de su región.

Al-Burhan nombró como nuevo gobernador de Kassala, mediante un decreto, al general de división retirado Al-Sadiq Al-Azraq.

Por otra parte, declararon las fuentes, la destitución del gobernador de Gedaref, Mohammad Abdul Rahman, fue provocada por sus desacuerdos con la tribu Al-Bawadra, y por los continuos enfrentamientos entre miembros de las Fuerzas Armadas Sudanesas y las fuerzas locales en el estado bajo su mando.

En cuanto a la guerra iniciada hace un año, una fuente militar reveló que fuerzas afiliadas al Cuerpo de Señales Navales avanzaron en varios frentes en la ciudad de Bahri, estado de Khartum, tras completar una redada en varios vecindarios de Old Bahri, adyacentes al cuartel general del Cuerpo.

Según la fuente, el ejército logró capturar a decenas de miembros de las Fuerzas de Apoyo Rápido  (FAR), presentes en los antiguos barrios de Bahri.

En el mismo contexto, los voluntarios informaron sobre ataques llevados a cabo por las FAR, apoyadas por milicias tribales, con lo cual provocaron el desplazamiento de más de 50 mil personas de más de 30 aldeas, al oeste de El Fasher, capital del Norte, en el estado de Darfur.

Un jefe de la Iniciativa para apoyar a las personas desplazadas de las aldeas de El Fasher occidental, Abdel Hafeez al-Ghali, confirmó la cifra al sitio web Sudan Tribune: “Los recientes ataques contra las aldeas de El Fasher occidental provocaron el desplazamiento de más de 50.000 personas hacia otros 31 pueblos”.

De acuerdo con lo divulgado, los nuevos desplazados residen ahora en la ciudad de Shaqra, al aire libre, sin alojamiento, alimentos o medicinas, además de presentar dificultades para obtener agua potable.

Varios voluntarios hicieron grandes esfuerzos para entregar parte de la ayuda humanitaria internacional a los afectados por el conflicto, y lanzaron un llamado de socorro a las organizaciones internacionales para atender las necesidades básicas de los nuevos desplazados.