Hamas reafirma lucha por liberación de los prisioneros palestinos
En un comunicado, el grupo de la Resistencia enfatizó que los ataques sistemáticos contra los detenidos no quebrarán su determinación y reafirmó su compromiso para liberarlos y romper sus cadenas.
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Hamas llamó a las masas populares palestinas, a los grupos de Resistencia y a su juventud a intensificar su actividad revolucionaria en solidaridad con los prisioneros.
El movimiento palestino Hamas declaró este viernes que el recrudecimiento de las políticas agresivas de la administración penitenciaria israelí contra los prisioneros desencadenará en más explosiones contra la ocupación.
Por medio de un comunicado emitido después de informes sobre el maltrato y tortura de los prisioneros, Hamas enfatizó que los ataques sistemáticos contra ellos no quebrarán su determinación y que la Resistencia está comprometida con su liberación y la ruptura de sus cadenas.
El movimiento afirmó que esos tratos bárbaros a los detenidos indican que la ocupación adopta una política de ataques sistemáticos contra ellos por motivos de castigo y venganza.
También, señaló que el pueblo palestino no dejará a sus prisioneros como víctimas de la brutalidad de la ocupación nazi y la Resistencia mantendrá su compromiso de asegurar su pronta libertad.
Además, llamó a las masas populares palestinas, a los grupos de Resistencia y a su juventud a intensificar su actividad revolucionaria en solidaridad con los prisioneros en todos los frentes y de todas las formas posibles.
En este contexto, las instituciones de prisioneros palestinos responsabilizaron completamente a la administración penitenciaria israelí por el destino y la vida del prisionero Ebrahim Hamed, de 59 años, de la ciudad de Silwad cerca de Ramallah.
A propósito, el exdetenido Adib Samoudi salió de la prisión de Jalbuaa y testificó sobre el tormento y la tortura sufridos por Hamed.
La Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros, el Club de Prisioneros Palestinos y otras instituciones, afirmaron en un comunicado conjunto que los detalles escalofriantes sobre Hamed, son solo uno de muchos testimonios documentados por instituciones y exprisioneros que reflejan un nivel de brutalidad sin precedentes.
Esa situación llevó a la muerte de al menos 18 prisioneros en las cárceles y campos de detención israelíes, además de los detenidos fallecidos en Gaza, sobre los cuales la ocupación no revela sus identidades.
Samoudi informó que el cuerpo de Hamed muestra terribles contusiones, rasguños y heridas. Su cabeza sangra profundamente y no puede ponerse de pie, pues su condición es muy grave.
Añadió que su condición es indescriptible con gran peligro para la vida debido a la golpiza brutal propinada.
Ebrahim Hamed, nació en 1965 en la ciudad de Silwad, cerca de Ramallah, donde comenzó su resistencia contra la ocupación desde una edad temprana. Lo arrestaron varias veces y en 2006 la ocupación lo condenó a 54 cadenas perpetuas, es el segundo veredicto más alto en la historia del movimiento de prisioneros.
Hamed se unió a la Universidad de Birzeit donde obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas, y luego realizó una maestría en Relaciones Internacionales. Trabajó en centros de investigación donde pudo publicar varios estudios y análisis sobre la historia palestina.
La ocupación lo persiguió por ocho años, durante los cuales su familia enfrentó todo tipo de persecución, amenazas y arrestos, incluida su esposa y sus dos hijos Ali y Salma. Ya en prisión, Hamed enfrentó el aislamiento solitario durante unos ocho años, siete de ellos de forma continua.
A propósito, las instituciones de prisioneros señalaron que desde el inicio de la agresión israelí, el pasado 7 de octubre la administración penitenciaria apunta a los líderes del movimiento de prisioneros con operaciones de tortura, aislamiento y continuos traslados.
Ese nivel de brutalidad conducirá a más mártires entre los detenidos y lo sucedido a Hamed fue un claro intento de asesinato, afirmaron.
Todas las políticas actuales de brutalidad y crímen son procederes históricos y sistemáticos practicadas por la ocupación durante décadas y solo cambiaron en intensidad y nivel.
