Presidente Maduro y Venezuela refuerzan mecanismos contra la censura
Desde la llegada de la Revolución Bolivariana el proceso de cambio es objeto de mecanismos de censura y estigmatización que arrecian de cara a una jornada electoral. El pueblo venezolano se prepara para mostrar lo que ocurre en el país más allá de los laboratorios mediáticos.
En Venezuela el pulso en redes sociales se acentúa entre diversos mecanismos que invisibilizan y bloquean las manifestaciones de apoyo al gobierno y a la candidatura del presidente Nicolás Maduro. El cerco mediático esta vez es tutelado por el algoritmo que determina cuáles contenidos son visibles o no para los usuarios de las mismas.
A seis años de su reelección con el 67, 84 por ciento de los votos como mandatario, y de cara a los comicios del 28 de julio, Maduro reconoció dos puntos claves en esta contienda: en primer lugar, que el contrincante de la Revolución Bolivariana no son los candidatos inscritos sino el gobierno de Estados Unidos y, en segundo lugar, el chavismo debe hacer frente a la llamada “dictadura del algoritmo” y al baneo en redes sociales para así poder librar una campaña comicial justa.
Por esa razón, llamó al pueblo votante y consciente a multiplicarse. Al mismo tiempo, catalogó esto como un ejercicio de democratización de las redes sociales “contando la verdad de un pueblo que quiere paz y democracia”.
También detalló que la información debía circular de las calles a las redes, de las redes a los medios, después a las paredes y luego con lo que la oligarquía y los apellidos no pueden: la “Radio Bemba”.
Maduro denuncia restricción de sus cuentas en las redes sociales
Como respuesta a estos desafíos que presentan las elecciones presidenciales, el jefe del comando de campaña Venezuela Nuestra, Jorge Rodríguez, aseguró que “queda perfectamente claro que las redes sociales en el mundo entero están controladas por grandes conglomerados mediáticos y de ahí la perenne sombra de silenciamiento o difamación sobre todo lo que tenga que ver con Revolución Bolivariana".
La tendencia de la oposición en redes sociales para Venezuela es #NoCallaré y a esta se pliegan operadores internacionales detractores del proceso bolivariano.
Por cuenta del chavismo en la calle y en el gobierno, las tendencias son #YoSigoAMaduro y #LaEsperanzaEstáEnLaCalle apelando a continuar con la tradición del país de demostrar que un video viral o el número de seguidores en cualquier red social no suele reflejar la cantidad de personas que siguen a un líder, apuestan por un proyecto de país y finalmente, acuden a las urnas a votar.
Maduro dedicó a este tema un TikTok Live contando con el filósofo y escritor venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela como invitado.
Juntos recordaron a la población la existencia del monopolio tecnológico en Silicon Valley, EE. UU., y los diversos mecanismos a través de los cuales sus empresas espían, recogen datos y condicionan sentimientos, emociones y acciones de índole política y social, al tiempo que hacen un gran negocio.
Un poco de historia sobre censuras
En contraste con la reiterada denuncia de los medios de comunicación locales e internacionales sobre la censura a la oposición en la nación suramericana, desde la llegada de la Revolución, este proceso de cambio junto al chavismo como fuerza política, es perseguido y estigmatizado aún cumpliendo funciones de Estado.
De igual forma, el acoso se ha sostenido principalmente con un tono racista, despectivo y clasista. Con la llegada a la presidencia del Comandante Hugo Chávez en 1999, a sus seguidores se les tildó de “hordas”, llegando a ser denigrado el uso de símbolos patrios o el color rojo durante muchos años.
Venezuela también fue el punto comparativo para desprestigiar cualquier propuesta progresista en Latinoamérica.
La campaña de silenciamiento, aislamiento y difamación se mantiene gracias a los lobbys políticos de figuras como el candidato por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia y quien está detrás de él ejerciendo una especie de candidatura indirecta, la dirigente inhabilitada María Corina Machado.
Para estas figuras y las plataformas de comunicación que les tributan muy a pesar de los discursos donde abunda la expresión “reconciliación nacional” como propuesta electoral, el desconocimiento del chavismo ha sido la verdadera apuesta.