De conjunto con la agresión en curso contra la Franja de Gaza, sostenida durante más de siete meses, “Israel” lleva a cabo redadas diarias y campañas de arresto en varias áreas de Cisjordania.

En ese contexto, el Club de Prisioneros Palestinos denunció la realidad vivida en las cárceles sionistas, en particular el severo hacinamiento debido a la alta tasa de arrestos en esta etapa y el traslado de reos con patologías contagiosas de una sección a otra, con el objetivo de multiplicar la infestación.

Como consecuencia, el número de presos con enfermedades de la piel aumentó de modo considerable y sin precedentes, agravadas por problemas en las necesidades más básicas, entre ellas la falta de ventilación y mantenerlos en celdas sin luz solar, lo cual califica como un delito grave contra los derechos humanos. 

Resaltó además la fuente la presencia de niños entre los presos infectados, sobre todo en la prisión de Megiddo, y subrayó cómo la ocupación convirtió la ausencia del tratamiento médico necesario en una herramienta de tortura.

Desde el comienzo de la agresión contra Gaza, la administración penitenciaria confiscó todas las pertenencias de los prisioneros, incluida la ropa, y por tanto la situación de salud empeoró.

Según las estadísticas del Club, el número total de detenciones en Cisjordania, incluidas las efectuadas en Jerusalén ocupada, llegó a ocho mil 875 desde el 7 de octubre de 2023.

Entre las 295 mujeres prisioneras hay algunas detenidas en los territorios ocupados en 1948 y también de Gaza, mientras los arrestos de niños suman unos 630.

De los 76 periodistas capturados, 49 permanecen detenidos, y 12 de ellos son de Gaza.