Resistencia de Líbano ataca cuartel israelí en el Golán ocupado
Los aviones tripulados de Hizbullah golpearon de manera directa el radar de la Cúpula de Hierro y provocó la muerte y heridos de oficiales y soldados del cuartel general del Batallón de Agrupación Militar de Yarden.
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Hizbullah ataca el ataque al cuartel de Yarden, en el Golán sirio ocupado.
La Resistencia de Líbano (Hizbullah) atacó este domingo con un enjambre de drones el cuartel general del Batallón de Agrupación Militar israelí de Yarden, en el Golán sirio ocupado.
Según informes, los aviones tripulados golpearon de manera directa el radar de la Cúpula de Hierro y provocó la muerte y heridos de oficiales y soldados enemigos.
La operación fue realizada en apoyo al firme pueblo palestino en la Franja de Gaza y en respaldo a su resistencia.
En la localidad de Yarden mantienen sus base el cuartel de la División Habshan 210 del ejército sionista, almacenes logísticos de reserva y un regimiento de artillería.
A su vez, el corresponsal de Al Mayadeen notificó el sonido de sirenas en la zona tras la penetración de aviones no tripulados en su espacio aéreo en una zona industrial al sur del Golán.
En la madrugada de este domingo, las agresiones israelíes continuaron contra aldeas y ciudades del sur del Líbano, en particular el área de Bint Jbeil.
Por su parte, los medios israelíes comentaron la incapacidad de la defensa antiaérea sionista para interceptar los aviones de Hizbullah y el continuo sonido de las alarmas en amplias zonas del norte de los territorios palestinos ocupados, incluidos los asentamientos de Kiryat Shemona y Metula.
Entretanto el jefe del asentamiento Margaliot, Eitan Davidi, admitió el control total de la zona por parte de la Resistencia y la alta exposición a los misiles desde la frontera libanesa.
A juicio de Davidi, el gobierno israelí es débil y fallido y manifestó preocupación por la falta de seguridad en el frente norte.
En este contexto, el sitio web Ynet confirmó los éxitos de Hizbullah solo con el empleo del cinco por ciento de su arsenal armamentístico.
Conforme a la publicación, la Resistencia intentó eludir a diario los sistemas de defensa antiaérea y aprender lecciones, como quedó claro en los diferentes ángulos de disparo utilizados, la cantidad de fuego y explosivo concentrados.
Hizbullah disparó el sábado misiles Burkan contra la base Ghaibur (cuartel general de la División 769) en Kiryat Shemona y causó graves daños.
A su vez, el referido cohete demostró la eficacia en términos de daños materiales y de impacto psicológico en las tropas enemigas debido a las extraordinarias dimensiones de destrucción causadas.
Junto al misil Burkan, Hizbullah desarrolló en los meses el misil antiblindaje Almas (la versión iraní del Gale) con más de una tonelada de explosivos.
Para el analista de asuntos militares del diario Yedioth Ahronoth, Yossi Yehoshua, en el norte tiene lugar una guerra real, la cual inició como un frente secundario para Gaza, según la definición del gabinete de seguridad y del Estado Mayor israelíes, hasta convertirse en la confrontación fundamental.
Yehoshua calificó de tenso el fin de semana tras ser testigo del lanzamiento de docenas de cohetes, incluidos misiles antitanques y drones lanzados desde larga distancia hasta la zona de Akka.
Desde el inicio de la guerra, Hizbullah lanzó alrededor de 340 de cohetes pesados de corto alcance, los cuales transportan entre 100 y 500 kilogramos de explosivos.
El líder de la Resistencia libanesa, Sayyed Hassan Nasrallah, lleva a cabo una batalla de concienciación contra “Israel” porque en sus discursos recientes vinculó el fin de la guerra en el norte con la conclusión de la masacre en Gaza, subrayó el experto.
Por su parte, para la corresponsal del rotativo Israel Hayom, Lilach Shoval, sin la asistencia militar y política de Estados Unidos, el paso del ejército sionista en el Líbano sería limitado en tiempo y espacio.
A criterio de Shoval, la destrucción de la base Ghaibur fue aterradora y exasperante y las explicaciones del mando castrense para calmar los ánimos no son satisfactorias en medio de decenas de casas destruidas y vacías en el norte.
